La calidad de vida en general mejora notablemente por el aumento de la actividad física. El hacer ejercicios y dejar de un lado el sedentarismo beneficia hasta la salud de la microbiota intestinal y, con ello, la salud digestiva, la mental, la emocional y el metabolismo en general. Una vida fitness se puede adoptar en cualquier etapa de la vida, aunque si es temprano mucho mejor para así disfrutar a tiempo de todas estas bondades.
Recientes investigaciones realizadas por la American Society for Microbiology (ASM) compartidas por el Dr. Francisco Guarner, miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Microbiota, Probióticos y Prebióticos (SEMiPyP) y reseñadas por el portal El Periódico, han determinado que la práctica deportiva frecuente causa un aumento de la diversidad microbiana, esto quiere decir que habrá una mayor cantidad y variedad de microorganismo en el tracto intestinal humano, los cuales, desempeñarán un papel vital en la salud en general porque ayudarán a la digestión, a la producción de nutrientes, al sistema inmunológico, entre otras funciones.
El ejercicio constante favorece la reducción de la inflamación, mejora la permeabilidad intestinal, promueve el tránsito intestinal saludable, lo que a su vez previene el estreñimiento. Cuando mejora la salud de la microbiota en general, también lo hace la capacidad para metabolizar los diferentes nutrientes e, incluso, hay una mayor disposición para resistir y recuperarse de infecciones o cambios repentinos en la dieta.
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Una vez que la actividad física en general condujo al aumento de la diversidad microbiana, es más sencillo la prevención de enfermedades porque esto frena el crecimiento de patógenos dañinos. Su efecto es tan grande que incluso mejora la salud mental y emocional, debido a que muchos microorganismos pueden incidir en la producción de neurotransmisores.
La alimentación juega un papel importante
Además del ejercicio constante, es necesario alimentarse de forma saludable para así mantener una microbiota intestinal óptima. Entre los alimentos beneficiosos destacan los que son ricos en fibras como las manzanas, el brócoli, las lentejas, también el yogur, el pescado, el ajo, la cebolla, los frutos secos, la avena, la quinoa, entre otros.
Es importante mantenerse alejado del consumo de alcohol, el tabaquismo y el estrés para no alterar el equilibrio de la microbiota intestinal, también evitar los azúcares y grasas saturadas. Las caminatas rápidas, el trotar, correr, levantar pesas, hacer flexiones, sentadillas y abdominales son algunos de los ejercicios necesarios para mantener el organismo en orden.