Dentro del mundo de la jardinería existen muchas plantas que destacan por algunas características en específico y entre estas se encuentran las suculentas.
Este tipo de vegetales reserva agua en sus respectivas hojas y ese hecho hace que el aspecto de las mismas sea carnoso y muy llamativo.
Al igual que cualquier otra planta, las suculentas necesitan de ciertos cuidados para que su crecimiento sea natural y sin obstrucciones. Tales cuidados están vinculados de forma directa con el agua, la luz, la sombra, el sustrato y los nutrientes que reciben a diario.
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En caso de que estas plantas estén a punto de marchitarse, debes tener en cuenta que no pueden recibir sol de forma directa y el abono debe estar siempre húmedo.
Si igualmente las plantas en cuestión están decaídas, puedes ayudarlas a través de un abono casero hecho con harina de maíz, ya que suministra muchos beneficios si se aplica correctamente.
En líneas generales, el polvo en cuestión hace que las suculentas recuperen su textura y color. Esto debido a que cuenta con nutrientes, proteínas y minerales, como el potasio y fósforo.
Cómo usar la harina de maíz en las plantas
- En un recipiente cualquiera, mezcla 1 o quizás 2 cucharadas de harina de maíz con 1 o 2 tazas de tierra para macetas y agua al ojo.
- Cuando la mezcla esté homogénea, llena la zona en la que estará la suculenta con el abono.
- Intenta en la medida de lo posible que las raíces de las plantas estén cubiertas en su totalidad por el abono, para que puedan absorber los nutrientes necesarios de la harina de maíz.
Con las recomendaciones acotadas en este artículo, notarás como en menos de 2 semanas tus plantas cobrarán vida y continuarán con su proceso de crecimiento natural.
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Claro que para que todo esto ocurra, igualmente debes cuidar las plantas del sol que reciben y suministrarles constantemente agua, sobre todo en la primavera y el verano.