El paso del tiempo resulta ser implacable y los problemas de movilidad comienzan a afectar, sobre todo a los adultos mayores, que quedan expuestos a sufrir dolorosas caídas por falta de entrenamiento. Para todos ellos, la medicina tiene buenas noticias, ya que sostiene que la implementación de ejercicios físicos es la mejor opción para prevenir nuevos problemas de equilibrio.
“Para evitar caídas hay que moverse, se tenga la edad que se tenga”, explicó a la prensa española Álvaro Casas, responsable de la Unidad de Caídas del Hospital Universitario de Navarra (HUN).
Cuando se trata de adultos mayores, luego de sufrir una caída, la rehabilitación y el entrenamiento se convierten es un programa fundamental en esa área del hospital español, en donde explicaron que trabajan médicos, enfermeras, terapeutas ocupacionales y fisioterapeutas, que conforman los equipos de recuperación.
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Entrenamiento de fuerza, fundamental para prevenir caídas en los adultos mayores
La explicación de los profesionales de la salud se centra en el postulado de que “cuando uno deja de moverse, pierde función muscular y el riesgo de caída aumenta. Entonces, un mensaje importante para las personas que ya se han caído es que hagan ejercicio físico y eso no es solo andar. Caminar está estupendo, pero también tienen que hacer ejercicios de fuerza, por supuesto, adaptados a las condiciones de cada paciente”.
Con los cuidados extremos tan difundidos, después de una caída, los adultos mayores suelen quedar inmovilizados y, aseguran los médicos españoles, esta estrategia paliativa aumenta el riesgo: “Lo que se genera durante esa hospitalización es un deterioro severísimo. De hecho, está demostrado que se caen más con este tipo de atenciones. En geriatría hemos hecho un programa específico para recuperar la fuerza muscular y el equilibrio, que es muy bueno y que nos están copiando a nivel internacional”.
El fortalecimiento de la masa muscular resulta determinante después de los 50 años, cuando tanto hombres y mujeres inician el camino para convertirse en adultos mayores. Por eso se recomienda que, siempre adecuando el entrenamiento a las posibilidades, se pongan en práctica rutinas de ejercicios de fuerza, que les permitan contrarrestar el deterioro físico y encaminarse a una vejez más saludable y segura.