Aunque su agenda está repleta de compromisos, Meghan Markle siempre reserva tiempo para cuidar de su cuerpo y mente. La actriz y duquesa combina su rutina diaria de ejercicios fitness con prácticas que promueven su bienestar físico y mental, esenciales tanto para su vida personal como profesional. Entre sus métodos favoritos se encuentra el yoga, una disciplina que aprendió a valorar profundamente gracias a su madre, profesora de esta práctica. Pero dentro del abanico de estilos, el Vinyasa yoga ocupa un lugar especial.
¿Por qué Meghan Markle prefiere el Vinyasa yoga?
Antes de unirse a la realeza británica, Meghan Markle compartía sus experiencias de bienestar en su blog "The Tig", donde hablaba de su pasión por el yoga y cómo esta disciplina le ayuda a conectar su cuerpo, mente y espíritu. En una de sus publicaciones mencionó: “Todos nos enamoramos un poco todos los días. Tal fue el caso cuando tuve mi primera clase de yoga con Duncan Parviainen”.
Fue gracias a estas experiencias que Meghan Markle descubrió el Vinyasa yoga, un estilo caracterizado por la fluidez en sus movimientos. Las posturas se ejecutan al ritmo de la respiración, eliminando pausas prolongadas entre transiciones, lo que convierte a esta práctica en un ejercicio dinámico y lleno de energía.
Los beneficios del Vinyasa yoga, según Meghan Markle
Reducir el estrés y la ansiedad
Aunque ya no forma parte activa de la familia real, Meghan sigue enfrentando momentos de estrés. Para aliviar las tensiones, recurre a esta disciplina cuyo enfoque en la respiración y el movimiento la ayuda a relajarse y a encontrar calma en su día a día.
Mantener un cuerpo fuerte y flexible
En una sesión de 60 minutos de Vinyasa yoga se pueden quemar hasta 600 calorías, algo que Meghan valora mucho. Además de ayudarle a mantener su peso, este ejercicio le permite trabajar fuerza, flexibilidad, equilibrio y agilidad. Todo esto contribuye a su estilo de vida fitness, permitiéndole lucir y sentirse bien.
Combatir el jetlag
Viajar es una constante en la vida de Meghan y las largas horas en avión suelen traer consigo el temido jetlag. Ella ha encontrado en el Vinyasa yoga una solución natural, practicándolo de madrugada para restaurar la energía y sincronizar su reloj biológico.