Si tienes platos viejos que ya no usas y ocupan espacio en tu cocina, una gran opción es darles un nuevo propósito gracias al reciclaje. En lugar de desecharlos, puedes transformarlos en hermosos estantes para repostería, que realzarán tus mesas y te darán la posibilidad de improvisar con colores y texturas diferentes.
Esta alternativa de reciclaje es una forma creativa de reutilizar materiales sin tener que ir a una tienda y generar, luego, aún más desperdicios. De la elección de tus platos viejos dependerá, en buena medida, el resultado final.
Puedes optar por seleccionar platos viejos del mismo color o, por el contrario, buscar un contraste con los diseños intercalados, por ejemplo. También deberás tener en cuenta los tamaños, para conseguir estantes para reposterías asimétricos y con bases más sólidas.
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Reciclaje: transforma platos viejos en estantes para repostería
Materiales
- Platos viejos de diferentes tamaños
- Tazas o copas antiguas
- Pegamento resistente o silicona líquida
Paso a paso
Asegúrate de que los platos estén limpios y secos antes de comenzar. Esto garantizará que el pegamento se adhiera correctamente y que la estructura sea estable.
Piensa cuántos niveles quieres para tu estante o adorno. Los platos más grandes funcionan mejor para la base, mientras que los más pequeños pueden ir en la parte superior. También puedes combinar diferentes colores y estilos de platos para darle un aspecto más personalizado.
Coloca una taza o copa boca abajo en el centro de un plato grande y aplica pegamento en la base de la taza para fijarla al plato. Una vez estable, coloca otro plato sobre la taza y repite el proceso para crear varios niveles. El pegamento debe ser resistente para garantizar que todo se mantenga firme.
Asegúrate de que la estructura esté bien equilibrada. Si es necesario, refuerza las uniones con algún aro o cinta metálica para mayor seguridad. Deja que el pegamento se seque por completo antes de utilizar tu nuevo adorno.