Un truco de limpieza fácil, rápido y económico para mantener limpio los inodoros es el que se pone en práctica con tan solo dos ingredientes: vinagre blanco y bicarbonato de sodio. Este método evita la acumulación de bacterias en este dispositivo sanitario de tan alto tránsito y, además, quita por completo la triple raya de sarro del inodoro.
El proceso de limpieza con estos dos ingredientes comienza aplicando bicarbonato de sodio sobre las manchas del inodoro y agrega sobre el mismo vinagre blanco para dejar actuar esta solución por un promedio de 15 a 20 minutos.
Transcurrido este tiempo, el siguiente paso de este truco de limpieza es fregar toda el área manchada con un cepillo de baño que tenga las cerdas fuertes; luego enjuaga varias veces hasta retirar por completo los restos de esta mezcla. En caso de que las manchas sigan evidentes, es necesario repetir el proceso.
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¿Por qué se debe limpiar con frecuencia el inodoro?
Se recomienda que este truco de limpieza se ponga en práctica con frecuencia porque la raya amarilla no es más que sarro o el acumulado de agua, calcio y magnesio que queda depositado en el fondo del inodoro, el cual puede tener bacterias que ponen en riesgo la salud sin contar que afecta la estética de este dispositivo y causa mala impresión al parecer que hay una falta de higiene debido al aspecto que deja.
Por otro lado, este método de limpieza retira los residuos de orina que se acumulan en el interior del inodoro y que no se ven, pero causan mal olor, todo esto sin contar con las bacterias y moho que se acumulan en el baño y que pueden llegar a decolorar el inodoro.
Se trata de una propuesta no solo efectiva, también económica y más amigable con el medio ambiente que puede funcionar para el inodoro y para la limpieza de otras áreas del baño. Incluso, existen productos específicos para este tipo de situaciones, aunque estos comprometen más los bolsillos y pueden derivar en riesgos de alergias debido a su olor penetrante.