Según el reconocido psicólogo Walter Riso, el amor es mucho más que un sentimiento romántico. Es un asunto que afecta directamente la salud mental y emocional de las personas.
De hecho, Riso afirma que una gran parte de las consultas psicológicas están relacionadas con problemas amorosos. Ante esto, propone cinco claves para que una relación de pareja sea saludable y funcione incluso en situaciones complicadas.
Para Riso, una relación sana debe estar basada en la reciprocidad, donde ambas personas se encuentran en un plano de igualdad. Las dinámicas de dominación o sumisión no tienen lugar en este tipo de relaciones. Se trata de una relación en la que ambos se apoyan mutuamente, aunque no de manera exacta. A veces, uno puede necesitar dar más y en otras ocasiones, será al revés, pero siempre con equilibrio.
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Aunque la palabra puede sonar negativa, en este contexto, la territorialidad se refiere a la importancia de mantener una parte de la vida personal fuera de la relación. Compartirlo todo con la pareja puede llevar a la monotonía y a la pérdida de interés. Por el contrario, las parejas que no comparten nada acaban alejándose. El equilibrio ideal está en mantener un espacio personal protegido, lo que permite que la curiosidad y la conexión se mantengan vivas.
Según el experto, la combinación de sensibilidad y entrega es fundamental en cualquier relación exitosa. Se trata de tener empatía hacia la pareja, de sentir su dolor y su alegría como propios. Riso explica que en una relación sana, a veces, es necesario "existir menos" para dar espacio a la otra persona. La falta de esta sensibilidad puede generar distanciamiento y falta de conexión emocional.
Riso destaca que una relación sin admiración difícilmente puede sobrevivir. Admirar a la pareja, tanto en los pequeños detalles del día a día como en los grandes esfuerzos, es clave para mantener viva la chispa del amor. Si esta admiración no existe, es posible que la relación esté en piloto automático.
Finalmente, el respeto es el pilar fundamental de cualquier relación sana. En una relación respetuosa, ambas personas se escuchan y valoran las opiniones del otro. No hay manipulación ni explotación, sino un reconocimiento mutuo de que ambos tienen algo importante que aportar. Este respeto inspira a crecer y a mejorar como individuos dentro de la relación.