Dejar de lado la soltería para dar el gran paso en pareja necesita de una serie de hábitos y comportamientos que, en el caso de los expertos en psicología, los sitúan en 7, que reúnen paciencia, compañerismo y tolerancia, para poder forjar una pareja de hierro.
Tanto si están en una relación de noviazgo como si están casados, es fundamental tener en cuenta ciertos aspectos que nos sugiere la psicología para asegurar una convivencia armoniosa y una relación de pareja saludable.
Para que una relación de pareja se mantenga sólida, es esencial trabajar en ella a diario. No es necesario esperar a fechas especiales para demostrar afecto; cualquier momento es perfecto para hacerlo y fortalecer el vínculo.
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Organizar las finanzas
Cuando se vive en pareja, es crucial definir cómo se manejarán los gastos del hogar. Es importante ser claros desde el principio. Lo esencial es que ambos estén de acuerdo en la estrategia financiera.
Respetar los espacios
El tiempo y los espacios personales es clave para una convivencia. Es fundamental disfrutar de momentos a solas, compartir con amigos o familiares, y mantener sus propios pasatiempos. Estas actividades previenen el agobio y enriquecen la relación con nuevas experiencias.
Establecer rutinas
Acordar quién se encargará de ciertas responsabilidades, como la limpieza o las compras, contribuye a que la vida en pareja funcione sin problemas.
Romper la monotonía
Es esencial buscar constantemente nuevas formas de diversión y conexión. Ya sea inscribiéndose en una clase juntos, planificando escapadas de fin de semana o innovando en la intimidad.
Aprender a escuchar
En lugar de terminar el día enojados, es mejor hablar con calma y respeto, dejando de lado las distracciones como los teléfonos móviles.
Mantener los detalles
Sorprenderse mutuamente, incluso sin razón aparente, fortalece el vínculo y mantiene viva la chispa. La risa y una actitud positiva son ingredientes esenciales para una relación feliz.
Aceptar al otro tal como es
Es importante aceptar y amar a la pareja por quien es, sin intentar moldearla. Idealizar al otro también puede ser perjudicial; lo mejor es mantener una visión realista de la relación.