Si amas el pan tanto como nosotros, esta receta sencilla de bolillo casero dejará a todos tus comensales sorprendidos por su sabor intenso, suave y súper esponjoso.
Este clásico de la gastronomía mexicana vino a este país con los inmigrantes franceses y españoles que, rápidamente, compartieron las recetas de su cultura. Poco a poco, se volvió uno de nuestros favoritos de la pastelería.
Bolillos Caseros
Si quieres preparar la receta clásica para una merienda especial, toma nota porque aquí está la elaboración más fácil, crujiente y aireada que conocerás.
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Ingredientes
1 cucharadita de azúcar
7 gramos de levadura seca
1 taza de agua tibia
2 ½ tazas de harina
1 cucharadita de sal
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Preparación
Comienza mezclando la levadura con el azúcar en un bowl pequeño, agrega el agua tibia y deja levar para que duplique su tamaño.
Una vez levada, mezcla la harina con la sal, forma un hueco en el centro y agrega la levadura. Llega el momento de amasar hasta tener una masa homogénea.
En una superficie enharinada, empieza a amasar y golpear la masa para activar el gluten. Repite este proceso hasta que veas que al estirar la masa, esta no se quiebre. Engrasa un bowl de vidrio y deja reposar la masa tapada con un trapo hasta que doble su tamaño.
Una vez pasado este tiempo, corta la masa en pequeñas bolitas de tamaño mediano y dales forma, aplanándolas con la palma de tu mano y estirando a los lados. Lleva los lados contrarios al centro y, finalmente, estira sus esquinas para que queden más alargadas.
Nuevamente, deja reposar los bolillos en una fuente para horno y tápalos otra vez con el trapo hasta que su volumen aumente. Precalienta el horno a 200°C y hornea los bolillos por aproximadamente 30 minutos hasta que los veas dorados en su superficie. Retira del horno y deja templar antes de cortar tu bolillo casero.