Uno de los ejercicios que más beneficios le brinda a la salud es correr. Este desplazamiento sobre el suelo a través de las piernas es una rutina aeróbica que abarca movimientos rítmicos intensos y a diferentes velocidades. Sin embargo, una de las actuales interrogantes sobre este tema es si hacerlo de manera moderada o muy rápido.
Nuevos estudios le han revelado a los amantes de una vida fitness que lo más indicado es correr lento porque al hacer esta actividad física, de esta manera, se prepara el cuerpo para que se active de manera gradual, lo que a su vez evita lesiones, ya que el impacto en las articulaciones es menor.
El correr de forma lenta se ha convertido en un ejercicio muy efectivo y estratégico porque, además de todos los beneficios principales que siempre se le ha atribuido a esta actividad, el ritmo moderado reduce el envejecimiento biológico del sistema cardiovascular, es decir que previene el riesgo de enfermedades que afectan el corazón.
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Correr con un ritmo moderado favorece que el metabolismo queme grasas, alivia el estrés y mejora el bienestar mental, evita que el cuerpo se sobrecargue y favorece que te recuperes más rápido luego de un entrenamiento más intenso.
¿De qué manera correr para disfrutar de estos beneficios?
Lo ideal sería hacerlo tres veces por semana para poder ver verdaderos resultados. En cuanto al tiempo, se sugiere que sea entre 20 a 60 minutos, pero todo dependerá de la condición física de cada persona y de sus metas. En todo caso, no debe faltar un vestuario adecuado o ropa especializada, para que resulte más cómodo, y siempre con zapatillas deportivas para evitar lesiones o impacto en las articulaciones.
Es importante hacer un entrenamiento variado, intervalos de velocidad con periodos más lentos, lo que influye de forma positiva en la resistencia y hace de este ejercicio una actividad menos monótona, más agradable y divertida.