Sin duda, no hay nada más reconfortante que acostarse en una cama con las sábanas limpias, pero, ¿estás informada de cuándo debes cambiarlas? Según los expertos, la cama es un lugar muy importante, ya que pasamos al menos un tercio del día en ella, puesto que deberíamos dormir, al menos, 8 horas diarias.
Por esta razón, es fundamental que este lugar esté siempre limpio y, de esa manera, poder mantener controlado a los ácaros o diversos microorganismos. Debes saber que las personas que no lavan su ropa de cama con frecuencia pueden sufrir al largo plazo, asma o alergia al polvo.
Beneficios de lavar la ropa de cama
Quienes sufren alergias, principalmente en primavera o verano, cambiar tus sábanas habitualmente pueden reducir los efectos adversos de la anomalía del sistema inmunitario. Como si esto fuera poco, un estudio de Cambridge afirmó que lavar la ropa de la cama puede reducir la frecuencia de gastroenteritis.
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Lo que se recomienda es que en verano lavemos la ropa de cama con mucha más frecuencia, por el hecho de que sudamos mucho más. Otro factor que deberá ser un detonante para cambiar tus sábanas es cuando nos enfermamos. Lo ideal es lavar con agua caliente, a unos 60 grados.
El peor enemigo: la humedad
Hay que tener en cuenta que el paso de microorganismos se traslada mucho mejor si una superficie está mojada. Por ello, tenemos que evitar acostarnos con el pelo húmedo después de una ducha o dejar la ropa húmeda en la cama, ya que los gérmenes se acumularán en mayor cantidad sobre la cama. No obstante, se recomienda bañarse antes de ingresar a la cama, pero secarse muy bien el pelo y todo el cuerpo para no humedecer las sábanas.