Desde tiempos inmemoriales, las plantas han sido parte integral de la medicina popular. Han sido valoradas por sus propiedades curativas en diversas culturas. Hoy en día, muchas de estas tradiciones persisten, pero es crucial estar informado sobre los posibles riesgos asociados.
A pesar de sus beneficios, un estudio reciente de la Universidad de Adelaida en Australia revela que las plantas medicinales también pueden presentar serios riesgos.
La investigación examinó 251 especies provenientes de Asia y encontró que alrededor de 80 de ellas contenían altas concentraciones de arsénico, mercurio y plomo.
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El uso no supervisado de plantas medicinales puede ser peligroso, especialmente cuando se combinan con medicamentos convencionales. Esta práctica puede causar insuficiencia renal, cardíaca o hepática, además de efectos secundarios como debilidad muscular, convulsiones, dolor de cabeza y malestar general.
En México, es común tener plantas en casa que pueden ser tóxicas sin saberlo. Según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), algunas de las plantas tóxicas más comunes son la Flor de Nochebuena, Cinco Negritos y Árbol Colorín.
Antes de consumir cualquier planta medicinal, es esencial investigar sus compuestos y asegurarse de que no contenga sustancias nocivas como arsénico, mercurio o plomo.
Además, es recomendable consultar con un profesional de la salud para evitar posibles alergias o interacciones adversas con otros medicamentos. Las plantas medicinales pueden ofrecer numerosos beneficios, pero es fundamental utilizarlas con conocimiento y precaución para evitar riesgos a la salud.