La Casa de Moneda de México, construida en 1535, es una de las más antiguas del continente americano. Las piezas antiguas que se conservan en este lugar no solo han sido testigos silenciosos de la evolución del país e instrumentos para el desarrollo de la historia y el comercio, sino que también, el punto de interés de la numismática. Un claro ejemplo de esto es el billete de 50 pesos que alcanzó un valor astronómico de 9,500,000 pesos.
Esta codiciada pieza de colección para la numismática, es conocida popularmente como “el billete del ajolote”, con unas dimensiones de 125 x 65 milímetros y fabricada en polímero color morado. Su característica principal es que captura la esencia de México.
La joyita numismática pertenece a la familia G y fue puesta en circulación el 28 de octubre de 2021. Una obra de arte con las siguientes cualidades:
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-Familia: G
-Dimensiones: 125 x 65 milímetros
-Material: polímero
-Color predominante: morado
-Fecha de circulación: 28 de octubre de 2021
-Anverso: representación del México Antiguo, fragmento del “Teocalli de la Guerra Sagrada”, águila sobre un nopal y “Atl- Tlachinolli” en el pico, vista de Tenochtitlan, basada en el mural de Diego Rivera.
-Reverso: ecosistema de ríos y lagos con ajolote y maíz de Xochimilco, Patrimonio Cultural de la Humanidad.
-Errores de impresión: tintas en tonalidades inusuales (verde, azul, amarillo y morado), lo cual eleva el valor del billete a cifras millonarias.
Las tonalidades inusuales hacen que cada ejemplar sea único y extremadamente valioso para los coleccionistas. De esta forma, el billete no es solo dinero, ya que poseer uno es como tener un fragmento de historia, legado cultural y artístico en las manos.
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