Una nutrición balanceada es un pilar sumamente importante para combatir enfermedades de toda clase, sin embargo, si hablamos de problemas más serios, como el cáncer, salen a la cancha otro tipo de alimentación que sí o sí se deben incorporar en la dieta.
Dentro de la nutrición preventiva del cáncer, encontramos alimentos deliciosos que fortalecerán nuestro cuerpo para evitar problemas de esta índole en el futuro. ¿Quieres conocerlos?.
Leguminosas
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Los frijoles, garbanzos, chícharos y lentejas son ricos en fibra, un factor esencial para la nutrición íntegra, la salud intestinal y la inmunológica.
La fibra, por otra parte, también está vinculada a la prevención del cáncer colorrectal al alimentar las células encargadas de recubrir el colon y reducir la inflamación.
Brócoli
El brócoli y toda su familia son sumamente beneficiosos gracias a la protección que le otorgan a nuestras células. Por un lado, el sulforafano, tan presente en el brócoli, ha presentado grandes beneficios contra el cáncer de próstata, mama, vejiga y colorrectal. Sumado a esto, las coles de Bruselas, la coliflor y la col son ricos en isotiocianatos.
Nueces
Las nueces, en especial las de Castilla, son una fuente más que importante de grasas saludables y compuestos vegetales: los elagitaninos.
Estos pueden reducir la capacidad del cáncer para crecer y multiplicarse. Incluir un puñado de nueces en la dieta diaria puede ser un consejo salvador, especialmente para la salud digestiva.
Tomates
Los tomates, especialmente los cocidos, son una excelente fuente de licopeno, un antioxidante relacionado con la reducción del riesgo de cáncer de próstata y otros tipos.
Además, otros existen más compuestos igual de positivos dentro de este superalimento, uno al que es mejor acompañar con grasas saludables, como, por ejemplo, el aceite de oliva, un exquisito aliado.
Frutos del bosque
Los frutos del bosque son una opción deliciosa para incorporar a nuestra dieta, pero, además, son ricas en antioxidantes como la vitamina C y los flavonoides, encargados de proteger las células del estrés y el daño del ADN.
Y por si fuera poco, las antocianinas, que dan a las bayas su color, tienen propiedades antiinflamatorias y anticancerígenas.
Hojas verdes
Las verduras de hojas verdes contienen compuestos que pueden proteger contra el cáncer. Una dieta rica en verduras verdes que reemplace los elementos no saludables en nuestros hábitos alimenticios puede reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, obesidad, además del cáncer.
Granadas
Las granadas tienen una composición asombrosa para tu cuerpo, son abundantes en antioxidantes como las antocianinas, elagitaninos y taninos hidrolizables, los cuales poseen propiedades anticancerígenas.
Estos compuestos pueden prevenir y tratar diversas enfermedades, incluido el cáncer, al proteger las células del estrés y el daño del ADN.
Ajo
El ajo y su factor azufrado de nombre alicina, tiene propiedades anticancerígenas, esto lo han demostrado los estudios recientes, alegando que el consumo regular de este gran alimento está asociado con un menor riesgo de varios tipos de cáncer, incluido el de estómago.
Consume ajo crudo o cocido en tu dieta para mantener tu físico potenciado y protegido contra cualquier adversidad.
Té Verde
Los flavonoides del té verde, como el kaempferol, tienen efectos antioxidantes y protegen contra el cáncer. Si reemplazas la taza de café de la mañana por el té verde, podrías darle más beneficios a tu salud de lo que realmente crees, incluido el fortalecimiento del sistema inmunológico.