Las emociones constituyen uno de los objetos de estudio más importantes de la psicología. Desde hace años, los científicos y estudiosos de muchas partes del mundo abordan este tema desde diferentes enfoques, pues ejercen una gran influencia en las personas, específicamente, en sus pensamientos y en la conducta. Gestionarlas es posible a través de la incorporación de hábitos sencillos en la rutina diaria.
Los psicólogos definen a las emociones como "respuestas o reacciones fisiológicas de nuestro cuerpo ante cambios o estímulos que aparecen en nuestro entorno y en nosotros mismos". Aprender a conocerlas, aceptarlas y reflexionar sobre ellas ayuda a evitar la ansiedad y niveles de estrés crónicos que pueden generar consecuencias negativas en la salud.
Hábitos prácticos para regular las emociones
La psicóloga y especialista en bienestar organizacional, Mayrelis Hoyer, explicó para el medio "El Nuevo Día" que uno de los hábitos necesarios para vivir tranquilos, con calma y sin estrés, es evitar controlar las emociones. El secreto está en poder gestionarlas para lograr establecer la comunicación correcta con otros en cada situación particular.
Te podría interesar
"Ni anulo la emoción ni la dejo de expresar. Pero la regulo de tal forma que, al momento de expresarme, lo hago de una manera asertiva y adecuada". La recomendación se debe a que la emoción es algo natural, por tanto, escapa de nuestro control. En este sentido, lo más acertado es adoptar la costumbre de expresarla correctamente.
Para aprender a regular las reacciones ante lo que ocurre alrededor, uno de los hábitos necesarios en el día a día es la práctica de mantenernos en el presente, aquí y ahora. La experta destacó que no se trata solo de meditación, sino de todo aquello que ayude a cada persona a mantenerse concentrada en lo que se encuentra realizando.
"Hay gente que lo encuentra en la cocina. Hay gente que encuentra su momento de atención plena picando una cebolla, cocinando, y eso está bien. Hay otras personas que lo encuentran en la meditación. Hay otras personas que lo encuentran en contacto con la naturaleza", desveló.
Otros hábitos que deben ser comunes en la rutina diaria son la respiración diafragmática, profunda y consciente, sonreír, agradecer las pequeñas cosas y encontrar espacios tranquilos en los que podamos estar simplemente con nosotros mismos. Aunque no parezcan, son pequeños cambios y gestos de autocuidado que ayudan a mantener la estabilidad emocional.