Un error recurrente de los principiantes de la jardinería es creer que las plantas necesitan los mismos cuidados: sol, riego diario, abono. Sin embargo, esto es mucho más complejo de lo que crees, y las especies acidófilas son un ejemplo viviente de ello.
Esta subespecie de plantas tiene características muy singulares que tendrás que tener en cuenta a la hora de cuidarlas si tienes una en casa.
Las particularidades de las plantas acidófilas
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Las plantas acidófilas, aunque no las conozcas con este nombre, son una de las especies más comunes en todo el mundo, tales como hortensias, gardenias, camelias, rododendros o azaleas.
Una de sus cualidades que las diferencian del resto es que el suelo donde las plantes debe ser súper específico. Este tendrá que ser ácido, de un pH siempre inferior a 7, es por ello que estas especies perecen en tierras con un pH de 4,5 y 6,5.
La diferencia del pH las hace únicas, puesto que ellas crecerán en suelos donde otras mueren y viceversa. Aprende más de ellas en estos 5 cuidados básicos:
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Revisa el pH del suelo
Como dijimos anteriormente, el suelo de estas especies es muy específico, por lo que deberás recurrir a un medidor de pH y humedad, un producto que podrás conseguir en viveros y tiendas de jardinería.
Tipo de agua
El suelo ácido es indispensable para estas plantas, sin embargo, el agua también lo es, a tal punto que un riego con agua equivocada podría matarlas. Para evitar su trágico final, será necesario regarlas con agua de lluvia o con agua destilada o mineral.
Evita los encharcamientos
Luego de los primeros dos pasos, seguimos con un problema que se presenta en los cuidados de todas las especies por igual: los encharcamientos. Para que tus plantas estén saludables e hidratadas correctamente, asegúrate de formar pequeños agujeros en las macetas para que el agua acumulada se drene correctamente.
Dónde dejar las plantas acidófilas
Esta subespecie podría perecer al recibir luz solar directamente. El mejor consejo de iluminación será que los rayos solares la iluminen de manera indirecta. Para ello, simplemente resguarda las macetas y protégelas de la luz solar durante los momentos del día donde el sol está más fuerte.
Abono
El abono, al igual que la gran mayoría de sus cuidados, también es muy específico. Los abonos de las plantas no ácidas podrían matarlas. Utiliza un abono diseñado en concreto y un fertilizante con una gran cantidad de magnesio y quelato de hierro. Ten en cuenta que el abono constante será uno de los pilares más indispensables para conservar la acidez de la tierra.