Cuando se termina la lejía en casa, es común desechar el envase vacío a la basura sin considerar su potencial para reciclarlo de manera creativa. Sin embargo, con este sencillo proyecto DIY, podrás reutilizar los recipientes y convertirlos en originales macetas que agregarán un toque original a tu hogar.
Atrévete a darles una segunda vida a estos envases reciclandolos y suma tu granito de arena al cuidado del medio ambiente. Con estos sencillos pasos, habrás transformado tus recipientes de lejía vacíos en hermosas macetas que reflejarán tu estilo personal y decorarán tu hogar de manera única.
Asimismo, al reciclar estos envases, contribuyes a reducir la cantidad de residuos que llegan a los vertederos y promueves la sostenibilidad ambiental. No dudes más y pon en práctica este DIY y deja volar tu creatividad.
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Materiales necesarios:
- Envase grande de lejía vacío
- Piezas de madera
- Cuchillo o cúter
- Pegamento o silicona
- Pintura acrílica del color de tu elección
- Esténcil
- Hilo de yute
Instrucciones paso a paso:
- Comienza cortando la parte superior del envase de lavandina con un cuchillo o cúter. Asegúrate de dejar los envases bien limpios. Con un perforador, haz tres agujeros en la base del recipiente para permitir el drenaje del agua.
- Pinta toda la superficie del envase con pintura acrílica del color que más te guste. Si lo deseas, puedes agregar diseños de flores o utilizar un esténcil para crear patrones decorativos. Mide la circunferencia del envase y corta una longitud de hilo de yute suficiente para rodear el borde inferior del envase.
- Pega el hilo de yute alrededor del borde para darle un toque rústico. Si deseas elevar la maceta, pega cuatro piezas de madera en la base del envase para crear patas que le proporcionen la altura deseada.