Si le dedicas buena parte de tu semana a una rutina de entrenamiento, es importante que incorpores algunos hábitos que forman parte del llamado entrenamiento invisible, que terminarán ejerciendo influencia en tu rendimiento físico y, a mediano plazo, en tu salud en general.
Aunque muchos no los contemplen, estos factores son tan cruciales como el ejercicio físico y, de hecho, suelen ser determinantes para conseguir esas ansiadas mejoras en nuestro rendimiento a lo largo del entrenamiento.
Por eso será muy importante que prestes atención a estas variables del entrenamiento invisible, si deseas llevar un estilo de vida saludable y mantenerte en buena forma física.
Te podría interesar
5 factores clave para un entrenamiento invisible
Reposo
Es necesario dedicar tiempo al descanso para fortalecer nuestra salud muscular después del entrenamiento. Si nos enfocamos en la capacidad aeróbica, el periodo de descanso necesario oscila entre 24 y 48 horas. Por otro lado, si priorizamos la fuerza y la resistencia, este periodo se extiende de 24 a 72 horas.
Sueño
Luego de una rutina de entrenamiento, el descanso en posición horizontal permite liberar la presión sobre la columna y relajar las articulaciones, incluso favoreciendo la liberación de la hormona del crecimiento. La falta de sueño puede afectar la capacidad intelectual y provoca trastornos metabólicos, inmunológicos y emocionales.
Nutrición
Para sostener tu bienestar durante tus sesiones de entrenamiento, otro factor determinante es sostener una alimentación adecuada. Mejorará tus entrenamientos, retrasará la fatiga y mantener una composición corporal óptima.
Hidratación
Siempre será saludable amenizar el entrenamiento con buenas raciones de agua, considerada el combustible del organismo. Un cálculo aproximado de la necesidad de líquido que necesita nuestro cuerpo se consigue luego de multiplicar el peso por 35. El resultado, en mililitros, representará la cantidad de agua recomendada.
Te podría interesar
Gestión del Estrés
Si al tratamiento de tu cuerpo intentas llevar a otro nivel, debes enfocarte además en la gestión de las emociones. En ese caso, es aconsejable complementar la rutina de ejercicios y de entrenamiento con prácticas como yoga y pilates, que también contribuyen a la recuperación de los tejidos, previniendo sobrecargas y lesiones.