Si te gusta la jardinería o tienes un huerto, sabrás que las plantas no siempre están felices y saludables. A veces, sufren por el clima, los plaguicidas, las plagas o el descuido. Y cuando eso pasa, nos lo hacen saber con sus hojas.
Las hojas son el órgano más visible y expresivo de las plantas. Con ellas, captan la luz, respiran, transpiran y se comunican. Por eso, cuando algo va mal, las hojas cambian de forma, color o textura. Uno de los cambios más llamativos es el enrollamiento de las hojas, que puede tener varias causas y soluciones.
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Estrés fisiológico
Una de las razones más frecuentes por las que las plantas enrollan sus hojas es el estrés fisiológico, es decir, el malestar causado por las condiciones ambientales. El viento, el frío, el calor o la falta de agua pueden afectar a las plantas, que se defienden enrollando y doblando sus hojas. Así, reducen la superficie expuesta al sol y al aire, y evitan perder más agua por evaporación.
Este fenómeno es muy común en las gramíneas, como el césped, el trigo o el maíz, que tienen hojas largas y estrechas. Si ves que tus plantas tienen las hojas enrolladas, lo primero que debes hacer es comprobar el riego, el drenaje y la temperatura. Tal vez necesiten más agua, un suelo más aireado o una sombra protectora.
Herbicidas
Otra causa posible del enrollamiento de las hojas es el uso de herbicidas, es decir, de productos químicos que se aplican para eliminar las malas hierbas. Estos productos pueden dañar a las plantas cultivadas, sobre todo si se usan en exceso o sin precaución. Algunos herbicidas provocan que las hojas se deformen y se enrollen, como si fueran manos de chango o hilos de agujeta. Esto ocurre especialmente en las plantas de tomate, que son muy sensibles a estos productos.
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El problema es que no hace falta que seas tú quien use los herbicidas, sino que pueden llegar a tu jardín o huerto por el viento o el agua, si algún vecino los ha usado. Por eso, es importante evitar estos productos y optar por un cultivo ecológico y sostenible. Si tus plantas ya han sido afectadas por los herbicidas, hay poco que puedas hacer, salvo retirar las hojas dañadas y esperar que se recuperen.
Plagas
La última causa que vamos a ver del enrollamiento de las hojas es la presencia de plagas, es decir, de insectos o ácaros que se alimentan de la savia de las plantas. Estos pequeños animales perforan las hojas y les chupan el jugo, provocando que se arruguen y se enrollen. Además, pueden transmitir enfermedades o toxinas que empeoran el estado de las plantas.
Una de las plagas más habituales que causa este síntoma es el ácaro blanco, que ataca sobre todo a las solanáceas, como el tomate, la papa o el pimiento. Este ácaro es muy difícil de ver, pero se puede detectar por sus huevos ovalados que deja en el envés de las hojas. Para combatirlo, se puede usar azufre o algún acaricida ecológico, y también se puede prevenir con una buena higiene y una rotación de cultivos.