La sopa tarasca es una verdadera joya culinaria proveniente del estado de Michoacán. En esta ocasión, te invitamos a descubrir cómo preparar esta receta que te transportará directamente al corazón de la cocina tradicional mexicana. Esta preparación tiene sus raíces en un estado mexicano conocido por su rica herencia gastronómica.
La historia de esta receta se remonta a 1966, cuando se inauguró la Hostería de San Felipe en Pátzcuaro, en Michoacán. Para esta ocasión especial, se preparó una variante de la clásica sopa de tortilla, que hoy en día es un plato representativo de la cocina mexicana.
Esta receta es una verdadera delicia, tanto por su sabor como por su sencillez en la elaboración. En algunas versiones se incorporan ingredientes como epazote y orégano para realzar su sabor tan particular. La sopa tarasca se sirve tradicionalmente con tiras de tortilla fritas, chiles anchos y queso rallado, lo que la convierte en una experiencia culinaria verdaderamente reconfortante.
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Ingredientes:
- 300 g de frijoles
- 3 jitomates
- 1 litro de caldo de pollo
- 1 diente de ajo
- ¼ de cebolla
- 5 tortillas de maíz
- 1 chile guajillo
- Aceite vegetal de girasol
- Sal al gusto
- Queso rallado
Preparación de la sopa tarasca:
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Remoja los frijoles en agua durante al menos 12 horas. Asa los jitomates en una sartén hasta que la piel se desprenda fácilmente.
En una olla a presión, cocina los frijoles en un litro de agua durante 30 minutos. Luego, escúrrelos y licúalos con 300 ml del agua de cocción y una pizca de sal. Licúa los jitomates con el ajo y la cebolla.
Calienta un poco de aceite en una olla y súmale la mezcla de frijoles y jitomate, junto con el caldo de pollo. Cocina a fuego medio hasta que hierva.
Mientras tanto, fríe las tortillas en tiras hasta que estén doradas y luego retíralas. En la misma grasa, fríe ligeramente el chile. Sirve la sopa en tazones de barro, y acompaña con las tortillas fritas, el chile y el queso rallado.