La sandía es una de las frutas más refrescantes y deliciosas que existen, pero ¿qué hacemos con la cáscara? Muchas veces la tiramos a la basura sin saber que tiene muchos beneficios para nuestras plantas. Aquí te enseñamos cómo aprovecharla al máximo.
El agua de sandía tiene muchas propiedades que favorecen el crecimiento y la salud de tus plantas. Por un lado, aportan a las raíces de las plantas valiosos nutrientes como el nitrógeno y el potasio, que actúan como fertilizantes naturales.
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Por otro lado, el aroma de la fruta repele a los insectos que pueden dañar tus plantas, como las hormigas, los pulgones o las moscas blancas. Así, el agua de sandía funciona como un repelente de plagas ecológico y efectivo.
Cómo cultivar tu propia sandía
Si te gustó la idea de usar la cáscara de la sandía para tus plantas, quizás te interese cultivar tu propia sandía en tu huerto. Para ello, puedes usar las semillas de la fruta que compraste o conseguir otras de buena calidad. La sandía es originaria de África, pero se adapta bien a climas cálidos y húmedos. Necesita mucho espacio, sol y agua para crecer. Te recomendamos que sigas estos consejos para tener una buena cosecha.