En la vasta red de consejos sobre cuidado de plantas que circula en redes sociales y sitios web, uno de los más populares sugiere la colocación de piedras en las macetas. Aunque esta práctica ha ganado adeptos, surgen dudas sobre su efectividad y beneficios reales para la vegetación.
En viveros y tiendas especializadas en jardinería, es común encontrar piedras, especialmente las provenientes de ríos, a la venta junto con las plantas. Algunos entusiastas las utilizan como elemento decorativo en las macetas o para bordear sus jardines, argumentando que contribuyen al mejoramiento del drenaje y a una mayor circulación del aire.
Según diversas versiones compartidas en blogs y artículos en línea, se aconseja colocar piedras en la parte inferior de las macetas para facilitar el drenaje del agua. Sin embargo, recientes opiniones de expertos en jardinería contradicen esta creencia.
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Los expertos aseguran que, contrariamente, colocar piedras en la parte inferior de las macetas puede perjudicar el proceso, llegando incluso a afectar el desarrollo saludable de la planta o flor.
En contraposición a la creencia común, las piedras pueden obstaculizar el drenaje y reducir el espacio disponible para el crecimiento de las raíces. Además, la saturación de la maceta antes de que el agua pueda evacuarse adecuadamente puede propiciar la descomposición de las raíces, acelerando así el proceso de deterioro y, en última instancia, la muerte de la planta.
Aunque los expertos desaconsejan el uso de piedras en las macetas, algunos jardineros defienden esta práctica, con la salvedad de mantener un cuidadoso equilibrio para evitar el encharcamiento del sustrato y seguir las recomendaciones específicas según el tipo de planta cultivada en casa o en el jardín.