Para mantener un estilo de vida saludable, además de una buena dieta, los expertos recomiendan una rutina de ejercicios de entrenamiento. Sucede que, debido a múltiples factores, nos enfrentamos a cuadros de estrés y de mala alimentación, que terminan atentando contra nuestra salud e incrementando los riesgos de contraer diabetes.
Cuando el organismo no logra procesar toda la glucosa presente, se desencadena un cuadro de diabetes, que nos obligará a regular los niveles de azúcar. Lo primero que deberemos modificar es nuestra alimentación. Además, tendremos que iniciar una rutina de ejercicios, que terminarán convirtiéndose en nuestro entrenamiento cotidiano para disminuir la concentración de glucosa y facilitar su digestión.
Una rutina de ejercicios, el mejor entrenamiento para prevenir la diabetes
Como la diabetes no cuenta con cura, existen tratamientos que ayudan a aliviar y controlar los síntomas, para evitar complicaciones en la salud. El impacto de una rutina de entrenamiento en los niveles de glucosa variará según la duración de los ejercicios.
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Los especialistas de la Asociación Americana de Diabetes (ADA) recomiendan al menos 150 minutos semanales de entrenamiento aeróbico, de intensidad moderada, como una caminata rápida o un paseo en bicicleta. Esto acumulará alrededor de 20 minutos al día.
Basándose en estudios, se asegura que ese tiempo es ideal para mejorar los niveles de esta molécula en nuestro organismo, además de reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, fortalecer los huesos y promover una mejor salud mental.
Otro de los factores que serán determinantes para disminuir las chances de contraer una diabetes será lograr un peso adecuado, entre 4 y 6, que también tendrán un impacto positivo en nuestra salud y en nuestro bienestar.
Sucede que en nuestro organismo, al mantenerse activo con una rutina de ejercicios y un entrenamiento semanal extendido en el tiempo, las células se vuelven más receptivas a la insulina, mejorando así su eficacia para reducir los niveles de glucosa.
Es por eso que, si mejoramos nuestra alimentación y sumamos una pequeña tanda diaria de ejercicios físicos, estaremos contribuyendo a mejorar nuestros niveles de satisfacción física.