La torta ahogada es una receta típica mexicana que puede resolver cualquier comida del día. Es un pan relleno con un estilo muy particular y gustoso, muy popular en Guadalajara, su lugar de origen.
Este platillo se caracteriza por un pan relleno con frijoles y carne pero con la distinción de ser bañado en una salsa de jitomate, chiles picantes y cebolla. Es una propuesta reconfortante, nutritiva y deliciosa.
Para preparar esta receta se requiere de tres ingredientes claves: 2 panes, su relleno y la salsa. Por lo general, el pan con el que se hace se llama birote de Guadalajara y es muy crocante. La salsa tiene una particularidad: es picante y lleva jitomate, ajo, cebolla, orégano y caldo de pollo.
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Pasos a seguir para su elaboración
En cuanto al relleno, son 400 gramos de frijoles negros refritos y 500 gramos de carne de cerdo (solomillo) cocida lentamente. Para prepararla hay que cumplir cuatro pasos esenciales y el primero es añadir a los frijoles cocidos una cebolla para hacerlos refritos.
El segundo paso es preparar el cerdo y para esto hay que cocinarlo con especias y leche. Luego, la salsa se hace triturando los 3 tomates, 1 diente de ajo, media cebolla y cocinándolos con 200 ml de caldo de pollo para finalmente colocarle un toque de orégano. Finalmente, se rellena el pan con los frijoles y la carne, se baña con la salsa y se le da un toque decorativo con unos aros de cebolla por encima.
Las tortas ahogadas se pueden acompañar con otros platillos como sopas de fideos o tortillas, ensaladas como las de nopales o de aguacates, guarniciones como arroz o frijoles adicionales, también salsa verde o pico de gallo y con alguna bebida típica como agua de jamaica u horchata.