Las brochas de maquillaje se convirtieron en unas de las herramientas en la estética de le belleza más usadas, las cuales fácilmente pueden acumular gran suciedad en su interior sin darte cuenta y para ello es necesario aplicar trucos de limpieza especiales, con los que puedas garantizar una higiene óptima y así extender su vida útil.
Este tipo de utensilios puede estar vulnerable a la acumulación de, entre otras cosas, de grasa, piel muerta, polvo y demás suciedad que pueda estar presente tanto en la superficie de la piel o del compartimiento de maquillaje.
Para evitar estos escenarios, debes tomar en cuenta los siguientes consejos para que puedas seguir usando tus brochas de maquillaje sin problemas y lucir siempre maravillosa.
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Trucos de limpieza a considerar
Solo vas a necesitar algunas herramientas de fácil acceso para proceder con esta limpieza, así que presta atención para que no te equivoques.
- Agua tibia
- Limpiador suave, preferiblemente un champú para bebés
- Toallas de papel o un paño limpio
- Una alfombrilla de limpieza de brochas
Al momento en que tengas todo esto, vas a proceder humedeciendo poco a poco las cerdas de la brocha con el agua tibia, esto permitirá que estén más maniobrables en su limpieza. Importante, únicamente moja las cerdas y no toda la brocha, ya que la humedad puede afectar el mango o, incluso, despegar el adhesivo.
En ese sentido, vas a aplicar una pequeña cantidad del limpiador en la palma de tu mano, y vas a proceder a hacer movimientos circulares con las cerdas sobre tu mano, lo que permitirá que el producto entre en contacto de forma uniforme entre las cerdas.
Ahí entra en escena la alfombrilla en estos trucos de limpieza. Con esta herramienta puedes garantizar unos resultados igual de efectivos y así remover cualquier partícula de maquillaje presente. Tras esto, vuelve a remojar con agua tibia hasta que desaparezca el limpiador.
Esto último es fundamental, pues si quedan partículas del limpiador podría causar irritación en tu rostro la próxima vez que uses la brocha.
El siguiente paso en estos trucos de limpieza será exprimir con cuidado las cerdas, aquí hay que ser muy delicado, ya que corres el riesgo de dañarlas por exceso de fuerza, procura darle la forma natural a las cerdas para que se seque por sí sola.
Para finalizar, vas a dejar reposar la brocha ya limpia encima de la toalla de papel o el paño limpio, lo que acelerará el secado al aire libre. Es así como puedes garantizar un proceso óptimo y sin necesidad de hacer un gran gasto.