La menopausia es una etapa en la vida de la mujer que puede traer consigo diversos cambios físicos y emocionales. Mantenerse activo y saludable durante este período es fundamental, y el ejercicio se convierte en un aliado indispensable. Jennifer Aniston, a sus 55 años, es un ejemplo de cómo cuidar la salud y la figura durante esta etapa.
Desde hace un par de años, la famosa actriz de "Friends" es una fiel seguidora y embajadora del método Pvolve, un sistema de entrenamiento funcional creado por Rachel Katzman.
Este método se caracteriza por ser de bajo impacto y respetar los movimientos naturales del cuerpo, lo que lo hace ideal para mujeres que buscan cuidar sus articulaciones y evitar lesiones.
¿En qué consiste el método Pvolve?
El método se basa en ejercicios funcionales que trabajan tanto los músculos como las articulaciones de forma equilibrada. Estos ejercicios se adaptan a los movimientos naturales del cuerpo y se pueden realizar con o sin materiales como bandas elásticas y pesas, que añaden resistencia y aumentan la intensidad del entrenamiento.
Jennifer Aniston descubrió este método tras sufrir una lesión, buscando una actividad física efectiva pero suave. Según ha declarado en varias ocasiones, Pvolve le ha permitido mantenerse en forma, ganar fuerza y energía, y mejorar algunos problemas de salud como el dolor de espalda.
¿Cómo empezar y mantener la rutina?
Si estás interesado en probar el método Pvolve, lo ideal es buscar un entrenador cualificado que te pueda guiar y adaptar los ejercicios a tus necesidades y nivel de forma física que estés. Es importante comenzar poco a poco e ir aumentando la intensidad y la duración de los entrenamientos de forma gradual.
La constancia es clave para obtener resultados. Los expertos recomiendan establecer una rutina de ejercicios regular y mantenerla a lo largo del tiempo. También es fundamental combinar el ejercicio con una alimentación saludable y equilibrada.
Beneficios adicionales del ejercicio durante la menopausia
Además de mejorar la fuerza y el equilibrio, el ejercicio regular durante la menopausia puede aportar otros beneficios como:
Reducción de los síntomas de la menopausia, como los sofocos y los cambios de humor.
Mejora de la calidad del sueño.
Aumento de la energía y el estado de ánimo.
Prevención de enfermedades crónicas como la osteoporosis y las enfermedades cardiovasculares.