El descanso es uno de los primeros aspectos que se ve afectado cuando algo no está bien en el cuerpo. Estrés, alimentos pesados o enfermedades como la diabetes pueden convertir el sueño en todo un reto. Sin embargo, el ejercicio físico puede ser un gran aliado.
Un reciente estudio arroja luz sobre cuál es el mejor momento para hacer ejercicio, tanto en general como para quienes padecen diabetes, y cómo diferentes estrategias pueden mejorar la calidad del sueño.
La investigación, realizada por varias instituciones españolas, concluyó que realizar ejercicio intenso entre las seis de la tarde y las doce de la noche tiene efectos positivos en la regulación de glucosa en personas con sobrepeso u obesidad.
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Más de 180 personas participaron en este estudio, que mostró cómo la actividad física en ese horario no solo ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre, sino que también mejora la conciliación del sueño.
Los expertos señalan que aún se investiga cuál es el mejor momento del día para maximizar los beneficios del ejercicio físico, pero estos hallazgos sugieren que la tarde-noche puede ser ideal, especialmente para quienes tienen resistencia a la insulina o riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Además del ejercicio, mantener una alimentación adecuada y una rutina de sueño regular es esencial para mejorar el descanso, especialmente en personas con diabetes. Dormir bien está directamente relacionado con la regulación de los niveles de azúcar en sangre.
Por otro lado, el estrés juega un papel crucial. La falta de sueño incrementa el cortisol, lo que puede desencadenar la liberación de glucosa almacenada en el hígado, elevando los niveles de azúcar en sangre.
Otro problema común en personas con diabetes es la apnea del sueño, una afección que interrumpe la respiración y dificulta el descanso. Por eso, es fundamental no solo cuidar la dieta y hacer ejercicio, sino también tener una rutina de sueño saludable.