Con la llegada de cierta edad es fundamental comenzar a incorporar una rutina de ejercicios para mantener una mente y un cuerpo saludable. Por ejemplo, después de los 50 años, nuestro cuerpo comienza a perder masa muscular y la salud cardiovascular empieza a deteriorarse, por lo que es inevitable realizar una rutina de entrenamientos acorde para revertir esta situación.
Uno de los grandes enemigos que hace que nuestro cuerpo comience a perder masa muscular y la salud de nuestro corazón no sea óptima es el sedentarismo, un estilo de vida que afecta a muchísimas personas. Si no hacemos ninguna actividad, los problemas cardíacos comienzan a aparecer, sin embargo, debes saber que si practicas algún ejercicio puedes reducir cualquier tipo de problema de salud de este tipo.
En este contexto, desde la Fundación Española del Corazón se refirieron a la importancia de hacer ejercicio de manera cotidiana. De este modo, desde dicha institución indicaron: “Entrenarse cotidianamente reduce la hipertensión arterial, la diabetes, la obesidad, la dislipemia aterogénica y otros componentes de la enfermedad metabólica, ayuda a equilibrar la dieta y a controlar los impulsos por fumar”.
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Por su parte, la Organización Mundial de la Salud reveló que, a la semana, lo ideal es ejercitarse 150 minutos o si realizas una actividad un poco más fuerte lo recomendado es hacerlo por 75 minutos. A continuación, te brindaremos algunos entrenamientos ideales para personas de más de 50 años.
- Ejercicio de intensidad leve o moderada
Para las personas mayores de 50 lo recomendado es hacer ejercicios de intensidad moderada, ya que este tipo de actividad es muy beneficiosa tanto para ganar músculos como para cuidar el corazón. Lo importante de este tipo de entrenamientos es que eleva la frecuencia cardiaca, pero sin exigir ni agotar a la persona que lo práctica. Algunos ejemplos incluyen caminatas rápidas, ejercicios aeróbicos acuáticos, ciclismo moderado o trote lento.
- Actividad física intensa:
Estos ejercicios aumentan de manera significativamente la frecuencia cardíaca, por lo que hay que contar con una mayor capacidad física para hacerlo. Cabe mencionar que este tipo de entrenamientos es para las personas que cuenten con la supervisión de un profesional de salud y la aprobación de su médico de cabecera. Ejemplos de estas actividades físicas vigorosas son baloncesto, correr o nadar, entre otras.