Al llegar a los 60, la estabilidad se vuelve una situación polémica. Los años no vienen solos y quedarse parados puede ser un desafío. Para ello, existen ejercicios fitness que terminarán con este dolor de cabeza.
Estos 8 ejercicios ayudarán significativamente a que las piernas consigan la estabilidad de antes. Con tan solo practicar uno de ellos será más que suficiente.
8 ejercicios fundamentales para conseguir estabilidad a los 60
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El entrenamiento de fuerza
Las sentadillas, estocadas o ejercicios fitness de pie ayudan significativamente a los músculos más importantes para la estabilidad, tales como la espalda, el abdomen y las piernas.
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Practica yoga
Esta práctica milenaria ha cambiado la estabilidad de las personas +60 de una manera espectacular, pues contribuye a un equilibrio perfecto cuando se está en movimiento e incluso también cuando se está quieto.
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Pararse con los pies separados al ancho de los hombros
Visualiza una esfera de reloj en el suelo y muévete a su ritmo con las caderas, desde las 12 hasta el punto de regreso al centro.
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Camina en zigzag
Esta clase de ejercicios mejora el equilibrio a largo plazo, haciendo que sea mucho más fácil evitar cualquier tipo de tropezón o caída. Además, es recomendable combinar con marcha regular hacia adelante.
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El tai chi
El equilibrio que da el tai chi reduce en un 23% las caídas, según 116 estudios realizados en la Universidad Australiana de Sídney en 2020. Estos movimientos armónicos son una parte fundamental para controlar el andar.
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Baila
No importa qué música te guste, la zumba o simplemente bailar reducirá las posibilidades de caídas y mejorará el equilibrio mucho mejor que los ejercicios cardiovasculares.
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Camina sobre una línea imaginaria
Con un pie frente al otro y sin tocarlo, camina manteniendo los ojos hacia adelante visualizando el lugar en frente y no prestando atención al suelo. Se puede acompañar sosteniéndose desde una pared si aún no confía en su estabilidad.
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Siéntate en el borde de una silla con los pies apoyados en el suelo
Este ejercicio consiste en levantarse despacio sin usar las manos y luego sentarse nuevamente. A medida que se levante, vaya subiendo más la altura hasta que al levantarse esté totalmente de pie.