En el ajetreado ritmo de vida actual, donde el trabajo y las obligaciones nos mantienen sentados durante largas horas y, muchas veces, frente a una pantalla, encontrar un espacio para hacer ejercicios puede parecer un sueño. Sin embargo, el yoga surge como una alternativa accesible y efectiva no sólo para combatir el estrés, sino también para mejorar nuestra postura y salud integral.
Entre la diversidad de ejercicios que podemos encontrar en el yoga, la postura de la rana, o Mandukasana, se presenta como un bálsamo para aquellos que pasan gran parte del día en una silla. Este movimiento, sencillo pero poderoso, nos permitirá abrir las caderas, estirar los músculos internos de los muslos y mejorar nuestra postura corporal.
Ejercicios: beneficios de la postura de la rana de yoga
Al abrir las caderas, esta postura libera la tensión acumulada en esta zona, previniendo molestias y mejorando la movilidad articular. Estos músculos juegan un papel crucial en la estabilidad y el equilibrio del cuerpo. La postura de la rana los fortalece, previniendo lesiones y mejorando la postura.
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El yoga, en general, y la postura de la rana, en particular, promueven la relajación para combatir el estrés y la ansiedad. Al estirar los músculos y abrir las caderas, esta postura favorece la circulación sanguínea en la zona inferior del cuerpo.
Ejercicios: cómo realizar la postura de la rana en yoga
- Posicionate sobre una esterilla, con las manos apoyadas debajo de los hombros y las rodillas debajo de las caderas.
- Manteniendo la espalda recta, desliza lentamente las rodillas hacia los lados, alejándolas lo máximo posible entre sí. Tus muslos deben quedar paralelos entre sí.
- Los tobillos y los pies también deben alinearse con las rodillas. Puedes flexionar los pies para que los dedos apunten hacia los lados.
- Puedes mantener las manos en el suelo o bajar los antebrazos al suelo para conseguir una mayor comodidad y un mejor punto de apoyo.
- Sin cambiar la postura, inhala profundamente y, al exhalar, lleva las caderas hacia atrás, acercando los glúteos a los talones.
- Permanece en esta posición 30 segundos, respirando profundamente y relajando el cuerpo. Puedes mover las caderas ligeramente hacia adelante y hacia atrás para hacer que el estiramiento sea más profundo.
- Acaba la postura llevando lentamente las caderas hacia adelante, acercando las rodillas de nuevo hacia el centro. Vuelve a la posición inicial y habrás terminado.