El maquillaje es un aliado de la estética diaria, pero puede convertirse en un obstáculo para la salud cutánea al momento de hacer ejercicio. Durante la actividad física, la piel transpira y los poros se dilatan como mecanismo natural de refrigeración, permitiendo la eliminación de toxinas, células muertas y exceso de sebo. Sin embargo, si el rostro está cubierto de maquillaje, esta combinación con el sudor podría obstruir los poros, causando problemas como puntos negros, acné e irritaciones.
La dermatóloga Paloma Cornejo, miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), explicó en diálogo con el medio español Telva que el maquillaje puede interferir con los procesos naturales de la piel, favoreciendo la acumulación de impurezas y afectando su regeneración. “Si llevas maquillaje en el rostro, este puede mezclarse con el sudor y obstruir los poros, lo que facilita la aparición de puntos negros, acné o incluso irritaciones”, afirmó la especialista.
Ante este panorama, los expertos recomiendan adoptar una rutina de cuidado cutáneo antes y después del ejercicio. Antes de entrenar, es aconsejable limpiar el rostro con productos suaves y libres de aceites para eliminar residuos de maquillaje.
Luego de la actividad física, la piel debe ser lavada con agua tibia y productos adecuados para recuperar su frescura y eliminar impurezas. Además, la hidratación es clave para restaurar el equilibrio cutáneo y prevenir la sequedad.