La conexión entre el estrés y la fertilidad es bien conocida. Niveles elevados de cortisol, la hormona del estrés, pueden interferir con la ovulación, la producción de esperma y la implantación del embrión. Los ejercicios de bajo impacto, al ser menos exigentes para el cuerpo, ayudan a mantener a raya el cortisol, creando un ambiente más propicio para la fertilidad.
"El ejercicio de bajo impacto es una herramienta valiosa para quienes buscan potenciar su fertilidad, ya que reduce el estrés físico y mental sin sobrecargar el sistema hormonal", explica Ana Pérez, especialista en fertilidad.
"Estas prácticas suaves mejoran la circulación sanguínea, lo que favorece la salud de los órganos reproductivos y optimiza la producción de hormonas clave como el estrógeno y la progesterona".
Elige:
Caminata suave: Una caminata diaria de 30 minutos a ritmo tranquilo puede marcar una gran diferencia en los niveles de estrés y la circulación.
Yoga restaurativo: Este tipo de yoga se centra en posturas suaves y mantenidas durante períodos prolongados con el apoyo de accesorios, promoviendo la relajación profunda y reduciendo la tensión.
Natación: El agua proporciona un soporte natural al cuerpo, permitiendo un movimiento fluido y sin impacto en las articulaciones. Además, la natación es excelente para aliviar el estrés.
Pilates de bajo impacto: Enfocado en el fortalecimiento del core y la flexibilidad, el pilates suave mejora la postura y la circulación sin generar un estrés excesivo.
Tai Chi: Esta antigua disciplina china combina movimientos suaves y fluidos con la respiración profunda, promoviendo la relajación y el equilibrio energético.
Beneficios adicionales para la fertilidad:
Además de la reducción del estrés y el equilibrio hormonal, los ejercicios de bajo impacto ofrecen otros beneficios importantes para la fertilidad:
Mejora de la circulación pélvica: Un flujo sanguíneo saludable es crucial para la función óptima de los ovarios y el útero en las mujeres, y para la producción de esperma en los hombres.
Mantenimiento de un peso saludable: El sobrepeso o la obesidad pueden alterar los niveles hormonales y dificultar la concepción. El ejercicio suave ayuda a mantener un peso adecuado.
Reducción de la degradación: La degradación crónica puede afectar la fertilidad. El ejercicio de bajo impacto puede ayudar a reducir los niveles de inflamación en el cuerpo.
Mejora del estado de ánimo: La actividad física libera endorfinas, neurotransmisores que tienen efectos positivos en el estado de ánimo, reduciendo la ansiedad y la depresión, factores que pueden influir en la fertilidad.