Está más que comprobado que caminar se ha vuelto una rutina deportiva esencial para garantizar la salud y el bienestar en general. Este ejercicio, cuando se hace de manera diaria, en un lapso entre 30 y 60 minutos, puede dar muy buenos resultados. Lo bueno es que se trata de una propuesta sencilla, económica, que no requiere de muchas herramientas o instrumentos, y que además está avalada por los expertos. Es uno de los más recomendados incluso a partir de los 50 años.
Cuando se camina con frecuencia, se mejora la función cerebral, porque se previenen enfermedades como la demencia, y, por el contrario, se refuerzan las habilidades cognitivas. Esto sin contar que es un movimiento corporal con muchos beneficios para la salud cardiovascular, en el control de la presión arterial, en la mejora de la circulación y en el aumento de la resistencia cardiovascular.
Por otro lado, es una práctica deportiva que alivia la presión ocular, en especial para aquellas personas que pasan mucho tiempo frente a las pantallas. Mejora la digestión, previene problemas como la indigestión, garantiza una respiración más eficiente, alivia los dolores de espalda, porque mejora la circulación en toda el área de la columna vertebral, y promueve el tener una mejor postura.
El ejercicio de caminar de manera continua también es beneficioso para la salud mental. Con cada paso diario se reducen los niveles de estrés, se mejora el estado anímico y se combate la depresión. Una persona que realice con frecuencia una rutina de caminata antes de empezar el día afrontará su agenda de actividades con una actitud diferente: mucho más enérgica y dispuesta.
Caminar, efectivamente, implica tomar en cuenta algunas recomendaciones o consejos. Es importante que, cuando se inicie este ejercicio, se esté preparado para incrementar o aumentar el ritmo de forma progresiva. También la duración de las caminatas juega un papel importante.
El tiempo del recorrido debe ir aumentando de manera gradual. El horario también juega un papel muy importante. Caminar por la mañana proporciona muchísima más energía para iniciar la rutina. Cuando se hace por la tarde o la noche, también es beneficioso, solo que de otra forma, y es que, en este caso, brinda un sueño reparador. No hay duda de que caminar es un movimiento corporal que no puede faltar en las rutinas de ejercicio. A la larga, se verán sus bondades materializadas en masa física y mental.