A pesar de que el minimalismo continúa siendo una tendencia en decoración, poco a poco va quedando atrás el “menos es más” y es reemplazado por el “más es más” en la búsqueda de un hogar que refleje y represente la personalidad de sus habitantes y sobre todo que tenga el carácter necesario.
Estamos hablando del estilo kitsch en diseño de interiores. De acuerdo con los expertos, “se caracteriza por la búsqueda de la saturación abundante de formas, elementos extravagantes y colores llamativos. Su distintivo sello se basa en la integración de varios estilos y épocas en un solo espacio, pues la armonía de los elementos no se centra en hacer un ambiente simétrico, sino que cada componente sea el protagonista”.
El estilo kitsch, la nueva moda en decoración de interiores
El estilo kitsch en decoración de interiores es una tendencia que se impone cada vez más. Como ya mencionamos, este se puede diferenciar de otros por ser exuberante, llamativo y un tanto extravagante. En otras palabras, se trata de la explosión de color, formas y elementos decorativos que buscan llamar la atención y crear ambientes únicos y personales.
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Los profesionales del rubro explican que el origen de este gusto en decoración se remonta a Europa del siglo XIX, concretamente, entre las décadas de 1860 y 1870, cuando la burguesía alemana se decantaba por grandes espejos, cuadros históricos y objetos decorativos que llegaban de diferentes partes del mundo.
Asimismo, destacan que “la palabra kitsch tiene distintas interpretaciones de su origen, una teoría es que proviene del verbo alemán kitschen y hace referencia a recoger basura de la calle y hacer muebles nuevos a partir de los viejos; también del verbo verkitschen que significa fabricar barato”.
En resumen, lo que lo define es el “más es más”, los colores vibrantes y llamativos, las formas variadas, elementos decorativos extravagantes y sofisticados, mezcla de estilos y personalidad. Aunque muchos no están de acuerdo con la nueva moda en decoración, se puede destacar como una expresión personal del gusto individual donde no hay reglas fijas.