Paloma Cuevas es uno de los rostros más reconocidos de la crónica social de España y ahora de todo México. La pareja de Luis Miguel no es solo una mujer de la alta sociedad que prefiere mantenerse en un segundo plano y llevar una vida discreta, sino que también es una empresaria que logró por mérito propio tener su imperio de moda y negocios.
Desde hace dos veranos que el nombre de Paloma Cuevas resuena en México tras confirmarse que la española es quien le devolvió la ilusión al intérprete de “Culpable o no” y que sería ella la responsable de su regreso triunfal a los escenarios más importantes de América y España. Lo cierto es que la empresaria demuestra con números redondos que no necesita de la fama de Luis Miguel para ser reconocida.
La fortuna de Paloma Cuevas, la novia de Luis Miguel
Paloma Cuevas antes de estar en pareja con Luis Miguel estuvo casada durante más de dos décadas con Enrique Ponce, un torero muy reconocido de España, pero su historia de amor que no terminó de la mejor manera no la convirtió en una celebridad; más bien, la empresaria ya nació siendo una figura de la alta sociedad, ya que es hija del reconocido torero Victoriano Valencia y de la célebre bailaora de flamenco Paloma Díaz Combarro.
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El éxito ya estaba asegurado para Paloma Cuevas, pero la pareja de Luis Miguel nunca se conformó y decidió emprender diversos retos profesionales como estudiar Administración de Empresas en Boston, colaborar con Yanes, una importante firma de joyas en España, para la cual diseñó su propia colección en 2016, también fundó Piccolo Mondo una tienda de mobiliario infantil que en 2019 facturó más de medio millón de euros y, por supuesto, en 2022 junto a Rosa Clará lanzó su colección de vestidos de fiesta.
Con el paso de los años, el patrimonio de Paloma Cuevas no tiene nada que envidiarle al del "Sol de México", puesto que las cifras aumentan cada vez más, como así también el número de sus propiedades. La diseñadora de moda cuenta con un chalet en La Finca, un departamento en la capital de España y una finca llamada “La Cetrina” donde se produjo aceite de oliva y donde cada vez que está en tierras españolas disfruta de los 6,500 metros cuadrados.