Muchos hogares están adoptando el estilo vintage. La tendencia de decoración actual mira hacia el pasado al traer de vuelta la calidez y el encanto de tiempos pasados. Se busca un hogar práctico y acogedor, inspirado en la sencillez de las generaciones anteriores.
Nuestras abuelas con pocos recursos lograban crear ambientes cálidos y acogedores. Recuperar estos elementos en nuestras casas es una manera de conectar con nuestras raíces y traer un poco de nostalgia a nuestros espacios.
El macramé es uno de los elementos más destacados en esta tendencia. Ideal para añadir textura y calidez, las piezas de macramé hechas a mano pueden decorar desde paredes hasta ventanas.
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Otra tendencia que está recuperando popularidad es el papel pintado, que puede transformar completamente una habitación con un presupuesto modesto. Desde patrones florales hasta diseños geométricos, el papel pintado permite personalizar el hogar.
Los jarrones llenos de flores frescas es una costumbre que se retoma como una forma de añadir vida y color al hogar. Un jarrón bien elegido puede convertirse en el centro de atención de cualquier ambiente.
Mostrar la vajilla en un mueble con puertas acristaladas es una tendencia que evoca los comedores de antaño. En muchas casas de abuelas, la vajilla se exhibía como una parte importante de la decoración.
Las mantas de crochet son perfectas para añadir un toque retro al hogar. Ideales para el sofá o como colchas en la cama, estas piezas hechas a mano aportan estilo, sensación de confort y calidez.
Los cojines vuelven a ser protagonistas, ya que aportan no solo comodidad, sino también un toque decorativo. Coloca cojines de diferentes tamaños y texturas en el sofá y las camas para crear un ambiente acogedor.
Finalmente, elegir muebles y accesorios con un estilo retro y en tonos blancos o madera natural es clave para completar este look vintage. Estos colores y materiales aportan luz y calidez a cualquier espacio.