Si te atrae la idea de tener plantas en casa, pero en una maceta poco convencional y muy económica, nada mejor que las alternativas que te ofrece el reciclaje. Por ejemplo, con una simple lata de chelas o refresco, puedes solucionarlo una vez que sigas los pasos que se describen a continuación.
Es necesario adecuar este recipiente de aluminio para su nuevo propósito. Reutilizar este artículo implica limpiarlo, es decir, quitarle las etiquetas, los residuos, lavarlo y secarlo y después debes abrir unos orificios en su base, pues como cualquier maceta necesita contar con un drenaje.
El tercer paso es uno de los más simples y relajantes de este método de reciclaje. Se trata de decorar la lata de aluminio para darle un toque estético a la propuesta. Lo puedes hacer con pintura, papeles decorativos, cintas o cualquier otra manualidad que se te ocurra dependiendo de los materiales que tengas a tu alcance.
Te podría interesar
Las ventajas de estas macetas hechas con latas como resultado del reciclaje son más que un tema económico. Estas favorecen que puedes contar con un elemento decorativo y que, además, lleve tu sello o estilo. Por otro lado, debido a su forma y estructura, son fáciles de trasladar y de ubicar en diferentes rincones y también permiten contener diversas especies.
Una maceta de latas de aluminio, tras cumplir este segundo propósito, puede llegar a tener muchos más. El reciclaje de este artículo es infinito porque tu planta puede ser un comedero para pájaros, un farol u organizador de lápices o elementos de oficina.
¿Con qué otros materiales reciclados se pueden hacer macetas?
Pero no solo con una lata de aluminio se pueden lograr macetas recicladas. Hay mucho más materiales reutilizables para tal fin, como tazas y platos viejos, zapatos o botas, bidones o barriles, cajas de madera, botellas de plásticos, botes de jugos, neumáticos, entre otros.