Una relación de pareja requiere de contacto físico recurrente para poder fortalecer el vínculo emocional y hay muchas maneras de manifestarlo, desde abrazos hasta el contacto visual. Entre tantas muestras de cariño tomarse de las manos es una de los más significativas, pero ¿qué pasa cuando esto no ocurre en público? Repasemos qué dice sobre el tema la Psicología.
Según algunos estudios relacionados con el comportamiento humano, el evitar hacer este tipo de gesto en público puede obedecer a numerosas razones que dependen de la historia personal que trae la pareja hasta el tiempo que se han mantenido unidos.
Las posibles razones de este comportamiento
De acuerdo con los psicólogos, la falta de cariño durante la infancia podría ser una de las razones por las que se evita hacer este tipo de contacto y más si la pareja se encuentra en público. Esto obedece básicamente a que durante esa etapa alguno de los dos no recibió cariño a partir del contacto físico, sino que se manifestó de cualquier otra forma.
Te podría interesar
Las experiencias negativas previas pueden ser otro factor que influye en la manera en cómo se relacione la nueva pareja. Los expertos en el comportamiento humano destacan que expresar afecto abiertamente puede haber conducido a alguna vivencia dolorosa o humillante y se evita para no correr el riesgo de revivir ese momento.
La Psicología no descarta el qué dirán, ya que el temor a ser juzgados, criticados o ridiculizados por este gesto impide que algunas parejas lo pongan en práctica. Muchas veces la edad es un factor que influye en la idea de que otros vean la muestra de cariño inapropiada o fuera de lugar.
El tiempo también influye. La Psicología destaca que con el correr de los años este gesto, calificado por algunos como muy romántico, disminuye y más en público, aunque no siempre es un sinónimo de falta de amor o distanciamiento, sino que se han consolidado a tal punto que ya tienen otras formas de vivenciarlo y no por medio de una tan evidente.