Los cestos de mimbre comenzaron a tomar protagonismo en la decoración. Estos contenedores de aspecto entrelazado, hechos a mano, de acabado artesanal, rústicos y orgánicos invaden los espacios de tu hogar para aportar calidez, texturas y una conexión especial con el pasado.
Muchos aseguran que eran los artículos más utilizados por las madres y las abuelas para almacenar o guardar objetos en el hogar o para trasladarlos de un sitio a otro; sin embargo, en la actualidad se han vuelto muy funcionales para decorar, gracias a su diseño sencillo y natural que les permite adaptarse a cualquier escenario o estilo.
Su uso tiene numerosas ventajas en el ámbito de la decoración. Se caracterizan por aportar calidez y textura al lugar en donde se dispongan, brindando un toque rústico y, a su vez, artesanal. Gracias a sus materiales dan un aporte de frescura y naturalidad que llega incluso a equilibrar un salón moderno con un poco de tradicionalismo y carga emocional.
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A la par de cumplir un papel importante en la decoración, los cestos de mimbre no dejan de ser funcionales e importantes a la hora de organizar y guardar cosas, e incluso pueden usarse como maceteros. El mimbre también se puede utilizar para adornar por medio de sombreros y objetos circulares que cumplen la función de cuadros con los que se pueden crear la más original galería.
Estos artículos se pueden colocar en cualquier lugar de la casa para su embellecimiento, desde la sala hasta el baño. Algunos de sus usos son: como cesta para la leña junto a la chimenea, para guardar la ropa de cama, sobre repisas o muebles de baño, como cestas de pan o para guardar utensilios.
¿Cómo se elaboran los cestos de mimbre?
Los cestos de mimbre forman parte de los artículos hechos con plantas o fibras naturales, entre otros, están el ratán, el junco, la paja, el esparto y el bambú. Los que son específicamente de mimbre tienen un proceso de creación que comprende diferentes etapas. La primera es la elección de las varillas de mimbre más jóvenes; después, su remojo en agua; para luego hacer el trenzado, comenzando por la base y luego las paredes de la cesta. Una vez listo el diseño, se deja secar y se le coloca algún barniz o tinte como tratamiento de protección o acabado.