Hablar con uno mismo no es tan extraño como muchos pretenden demostrar. Por el contrario, para la psicología es una conducta muy común en la mayoría de las personas y es considerada un signo de inteligencia y capacidad cognitiva. Se lo suele llamar soliloquio o autocoloquio. Además, tener un diálogo con nosotros mismos permite enfrentar los desafíos de una mejor manera y afrontar las dificultades positivamente.
Hay muchas razones por las que las personas hablan consigo mismas, incluso, seguramente, en alguna oportunidad lo hiciste también. Para la ciencia puede ser para organizar pensamientos y procesar información; para regular y controlar emociones; para explorar nuestra identidad mediante experiencias y pensamientos; y también como una forma de entretenimiento.
La importancia de hablar con uno mismo de forma positiva y negativa
De acuerdo con la psicología, los diálogos que podemos tener con nosotros mismos influyen considerablemente en nuestra forma de actuar, en nuestro accionar y proceder en determinadas situaciones cotidianas, por ello, debemos prestar especial atención a la forma en la que nos hablamos.
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- Hablar de forma positiva
Para la psicología, hablar de forma positiva es la herramienta más adecuada para el bienestar general. Los pensamientos positivos, la autocompasión y los pensamientos motivadores nos impulsan a superar obstáculos con mayor resiliencia, aumentan la autoestima y nos fortalecen para alcanzar los objetivos propuestos. Se recomienda utilizar frases como "Soy valioso", "Yo puedo", "Puedo hacerlo", "Merezco ser feliz", "Estoy saludable", etcétera. Siempre en presente.
- Hablar de forma negativa
Por el contrario, si el diálogo interno que mantienes es completamente pesimista, puede generarte cierto daño en tu autoestima y en tu manera de proceder. Para la psicología, cultivar esta charla contigo no es lo adecuado por diferentes motivos.
Los pensamientos autodestructivos, pesimistas, críticos y de autodesprecio, pueden generar ansiedad y depresión, la epidemia de este siglo. Hablar con uno mismo en estos términos nos limita e impide lograr alcanzar el potencial que, verdaderamente tenemos y, como consecuencia, nos aleja cada vez más de la felicidad. Evita frases como "Soy un fracasado", "No soy capaz", "No puedo", "Nadie me quiere", "Estoy solo", etcétera, pues llevarán a que sabotees tu propio bienestar.