¿Pintaste tu casa y te sobró un balde de pintura? No lo botes. En lugar de eso, conviértelo en un banquito chic y funcional para tu hogar con esta ingeniosa idea de reciclaje que añade un toque de creatividad a tu decoración.
Si tu próxima reunión familiar se llevará a cabo en un campamento, estos banquitos hechos con baldes de pintura serán una adición divertida y práctica, ideales para guardar artículos de acceso rápido como linternas, protector solar, repelente de insectos y guantes.
Los materiales necesarios son: balde de pintura vacío, tela (los pañuelos funcionan muy bien), espuma de polietileno o guata de edredón para acolchar el asiento, tablero de partículas o cartón para una opción más económica, tijeras, marcadores permanentes y pistolas grapadoras.
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Traza la tapa del balde sobre el tablero de partículas o madera contrachapada y corta círculos usando una sierra de calar. Coloca los círculos de madera sobre la espuma y traza su contorno. Luego, corta la espuma para que encaje perfectamente.
Para un asiento más cómodo, utiliza espuma de polietileno de 1/2 pulgada o varias capas de guata de edredón. Asegúrate de que el asa del balde pueda moverse libremente. Si la espuma es demasiado gruesa, el asa no podrá funcionar correctamente.
Coloca la pieza de madera acolchada sobre la tela y corta la tela, añade aproximadamente tres pulgadas alrededor del círculo para poder envolver y fijar bien la tela. Usa la pistola grapadora para sujetar la tela y la guata a la madera, estira bien la tela antes de grapar.
Personaliza tu balde con la ayuda de una máquina cortadora de vinilo. Además, puedes agregar calcomanías, pegamento con purpurina, joyas adhesivas, botones, cintas y marcadores permanentes para que cada miembro de la familia pueda decorar su banquito a su gusto.