Uno de los desafíos más comunes en el cuidado de la ropa son las persistentes manchas de aceite, conocidas por su dificultad para ser eliminadas. Aunque en el mercado existen numerosos productos diseñados para combatir estas manchas, a menudo los resultados no son satisfactorios.
Afortunadamente, hay métodos caseros efectivos que pueden facilitar la tarea de eliminar estas manchas sin comprometer la calidad y los colores de las prendas. Por ejemplo, el limón es un poderoso desengrasante natural que puede ser muy útil para tratar manchas de aceite.
Corta un limón a la mitad y exprime su jugo en un recipiente. Aplica el jugo de limón directamente sobre la mancha de aceite. Deja actuar el limón durante unos minutos para que sus propiedades desengrasantes trabajen sobre la mancha. Luego, coloca la prenda en la lavadora y lávala como de costumbre.
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Otro truco sencillo y eficiente es el uso de maicena, un ingrediente común en la cocina. Para absorber el aceite de la ropa, tan pronto como la mancha ocurra, utiliza papel de cocina para absorber la mayor cantidad posible de aceite.
Espolvorea maicena sobre la mancha y deja que repose durante unos minutos. Luego, sacude la prenda para eliminar la maicena y enjuágala con abundante agua. Este método ayuda a absorber el aceite antes de que se fije en la tela y facilitará su eliminación.
Por su parte, el bicarbonato de sodio es otro aliado poderoso contra las manchas de aceite. Este ingrediente es conocido por sus propiedades limpiadoras y desodorizantes. Espolvorea bicarbonato de sodio sobre la mancha de aceite.
Añade un poco de agua al bicarbonato para formar una pasta homogénea. Deja que la pasta repose sobre la mancha durante unos minutos. Finalmente, enjuaga la prenda y procede a lavarla en la lavadora. El bicarbonato de sodio actúa rápidamente, descompone el aceite y facilita su eliminación.