Una de las plantas más populares, tanto para el interior como exterior, es precisamente la begonia, que fácilmente es capaz de dejar a muchos sin palabras por sus icónicas flores. Para que rebosen de flores, requieren de un cuidado especial que conocerás a continuación.
Esta es una especie oriunda de climas tropicales y subtropicales, como los que se pueden encontrar en América, África y Asia. Debido a su origen, precisan de ciertas condiciones para que puedan crecer en su máximo esplendor o, de lo contrario, podrían verse afectadas en su crecimiento.
Cuidados de las begonias recomendados por expertos en jardinería
La clave es emular en el interior o exterior de tu hogar, las condiciones que estas plantas podrían encontrar en sus tierras originarias y para ello debes seguir esta guía.
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- La temperatura
Es importante tomar en cuenta que si deseas cultivar begonias, debe hacerse en las estaciones de calor, como la primavera o el verano. La temperatura ideal a la que puede adaptarse debe ser entre los 15 a 22 grados, un dato no menor a tomar en cuenta en todo momento.
- La humedad
Otro aspecto a considerar ante estas especies es el tipo de humedad a la que hay que exponerla, ya que a diferencia de otros ejemplares, las begonias requieren de un sustrato húmedo pero nunca encharcado ¡Ojo con esto!
La clave es introducir un palito en la tierra y si sale limpio, es porque definitivamente necesita agua. Ten en cuenta esto para garantizar un desarrollo óptimo. Ocasionalmente, remueve la tierra para que de esa forma el agua llegue sin problemas a las raíces.
- El tipo de riego
Otro dato igual de importante es la frecuencia del riego, ya que todo dependerá de la temporada del año. En concreto, en invierno los expertos en jardinería recomiendan no regarlas tan seguido y únicamente controlar qué tan húmeda puede estar la tierra.
Por su parte, en verano la idea es asegurar que siempre esté húmeda y, por ello, su riego debe ser constante pero no en exceso. Siempre hay que controlar que no se observen encharcamientos.
Por último, en caso que las begonias no llegasen a florecer, se debe a tres motivos principales: la falta de un riego apropiado, mucho calor o la ausencia de fertilizante. Si es esto último, no dudes en confiar en un abono especialmente diseñado para este tipo de plantas.