Los utensilios de mesa por lo general tienden a volverse negros con el tiempo y, es por ello que, en este artículo, te suministraremos unos trucos de limpieza para que puedas revertir la situación cuando lo mencionado en un principio suceda.
Para el método que se indicará en este artículo no necesitarás invertir ni demasiado tiempo ni demasiado dinero, puesto que harás el blanqueamiento general con bicarbonato de sodio y papel aluminio.
Si aún no estás al tanto, el bicarbonato de sodio es uno de los elementos más usados dentro de los distintos trucos de limpieza general, ya que posee grandes propiedades limpiadoras y desinfectantes.
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Con el truco de limpieza en cuestión, el bicarbonato no solo blanqueará los cubiertos, sino que, además, eliminará las bacterias y los gérmenes existentes en la superficie de estos, neutralizando los olores desagradables.
Cómo limpiar los cubiertos adecuadamente en casa
- Primeramente, para el truco de limpieza deberás buscar un recipiente mediano de plástico o de vidrio.
- Luego, tendrás que forrar dicho recipiente con papel aluminio.
- En ese sentido, es importante que viertas sobre el recipiente unas 2 o 3 cucharadas de bicarbonato de sodio.
- Después, integra los cubiertos y añade al recipiente agua caliente hasta que logres cubrir todos los utensilios.
- Para que el efecto sea mucho más efectivo, añade 1 o 2 cucharadas de sal.
- Deja que la limpieza general de los cubiertos se realice por unos 30 minutos.
- Cuando transcurra el tiempo estipulado, frota los cubiertos con una esponja suave para eliminar la suciedad restante.
- Por último, pero no menos importante, para el truco de limpieza final, enjuaga los cubiertos con agua limpia y sécalos con un paño suave hasta dejarlos completamente limpios.
Tras completar los trucos de limpieza dados previamente en este artículo, obtendrás como resultado los cubiertos que antes pensabas tirar a la basura.
En caso de que la suciedad no haya desaparecido por completo, puedes dejar los cubiertos en remojo por toda la noche para que la limpieza sea más profunda.
No obstante, los expertos en el área recomiendan limpiar las partes más difíciles de los cubiertos con un cepillo de dientes viejo, así obtendrás el resultado deseado.
Si te funcionó el truco de limpieza en cuestión, los expertos aconsejan usarlo, por lo menos, 1 vez cada 3 o 4 meses, para que los cubiertos estén siempre impecables.