Mantener los cristales limpios puede parecer una tarea complicada y costosa, pero existe un truco de limpieza eficaz y barato que utiliza un ingrediente que todos tenemos en casa: la patata o papa. Se trata de un método efectivo y muy sencillo de realizar.
Para esta labor de limpieza, la patata es un excelente limpiador de cristales, debido a sus propiedades almidonadas. El almidón actúa como un agente desengrasante y limpiador natural, capaz de eliminar la suciedad y las manchas sin necesidad de usar productos químicos agresivos.
Para limpiar los cristales con una patata, primero se debe cortar por la mitad. Es importante elegir una que esté fresca para obtener mejores resultados. Luego, se pasa por toda la superficie del cristal, asegurándose de cubrir cada área, especialmente aquellas con más manchas o suciedad.
Después de haberla frotado por el área sucia, se debe dejar actuar durante unos 20 minutos. Este tiempo permite que el almidón penetre y afloje todo lo adherida vidrio. Una vez transcurrido ese tiempo, se enjuaga con agua limpia para eliminar los restos de almidón.
El último paso de este truco de limpieza consiste en secar con un paño de microfibra. Este tejido es ideal para la tarea, ya que no deja pelusas y proporciona un acabado brillante y sin rayas. Con este sencillo consejo, los cristales quedan impecables y con mucha claridad.
Mantenerlos limpios no solo tiene un impacto estético, pues cuando están sucios pueden afectar la cantidad de luz natural que entra en una habitación, lo que influye en el ambiente. Además, la acumulación de suciedad y polvo puede dañar su superficie y lo hace más propensos a rayarse y opacarse.
Otras propuestas y usos de la patata
Además de este truco de limpieza, hay otras medidas que se pueden tomar para mantener los cristales en buen estado, como evitar limpiarlos en días muy soleados, para prevenir que se sequen demasiado rápido y queden marcas.
La patata no solo es útil para limpiar cristales, también puede ser empleada para eliminar manchas de óxido en metales, gracias a su contenido de ácido oxálico. Simplemente se debe frotar una patata cortada sobre la superficie oxidada, dejar actuar y limpiar con un paño húmedo.