Los factores biológicos, genéticos, ambientales, culturales, sociales, sanitarios y económicos interfieren en la salud, por consiguiente, en la calidad de vida que llevamos. Muchos de ellos no se pueden controlar, aunque tienen un gran impacto en nosotros, son externos y no dependen de nuestra voluntad. No obstante, tenemos la posibilidad de incorporar hábitos saludables a nuestra rutina diaria.
Está comprobado científicamente que tener un estilo de vida saludable lleva a cambiar las expectativas de forma considerable en diversos ámbitos y niveles de la cotidianidad. Envejecer sin complicaciones es, tal vez, uno de los deseos compartidos por todos los seres humanos. Tener un buen estado físico, mental, espiritual y mantenerlo es posible, si modificamos ciertas costumbres.
Hábitos que debes incorporar cuanto antes para aumentar la productividad y evitar el estrés
Lo ideal es incorporar hábitos saludables desde la niñez, concretamente entre los tres y cinco años, según lo expuesto por los expertos. No obstante, siempre estamos a tiempo de cambiar de vida y caminar hacia una longevidad saludable, como adultos mayores completamente independientes.
Las costumbres que debes agregar a tu rutina diaria para tener una buena o excelente calidad de vida: practicar la gratitud, organizar muy bien las tareas, realizar pausas para descansar, planificar las comidas diarias, dedicar el tiempo adecuado a las actividades que brinden felicidad, establecer metas, celebrar los logros y practicar la meditación.
Además de una dieta alimenticia equilibrada y balanceada que permita la ingesta de alimentos necesarios para el buen funcionamiento del organismo, de la actividad física y de dormir las horas de sueño recomendadas por los profesionales de salud, es decir siete u ocho horas diarias, también es preciso agregar hábitos que ayuden a la organización para mejorar la productividad.
Esto ayudará, sobre todo, a evitar el estrés y la ansiedad, tan presentes en estas épocas. La salud mental abarca el bienestar emocional, psicológico y social; por lo tanto, cuidarla depende en gran medida de nosotros. Otra recomendación es vivir en el presente y se puede lograr mediante la aplicación de las técnicas de mindfulness, para centrar la atención en el aquí y el ahora. Hay muchas meditaciones guiadas en las plataformas de internet que pueden servirte.