La distensión abdominal con frecuencia es provocada por comer en exceso y rápido, también puede ser causada por deglución de aire o acumulación de líquidos en el abdomen. Los síntomas de la inflamación se presentan a toda hora, además del vientre hinchado, puedes sufrir estreñimiento, diarrea, irritabilidad, cansancio, contracturas o gases. Es posible contrarrestar la hinchazón mediante la incorporación de nuevos hábitos.
Un dato a tener en cuenta es que, según los expertos en salud, la inflamación protege al cuerpo, sin embargo, cuando es crónica puede generar problemas graves como ansiedad, migrañas, depresión, fibromialgia o esclerosis múltiple. Esto se debe a la estrecha relación que hay entre el intestino y el cerebro. El estómago es considerado el segundo cerebro del cuerpo humano porque posee una gran cantidad de neuronas situadas en el tubo digestivo.
Hábitos que te ayudarán a combatir la inflamación, según los especialistas en salud
Antes de ahondar en el tema, es necesario recomendar que recurras a tu médico de confianza si sufres de inflamación constante. Si no es así, uno de los hábitos que puede ayudarte es cambiar la alimentación por una antiinflamatoria. También, se sugiere como una nueva costumbre exponerse al sol más cantidad de horas y practicar ejercicio físico.
En tu plan alimenticio deberás evitar los productos procesados, ya que, en su mayoría, son proinflamatorios y tendrás que reemplazarlos por otros más beneficiosos para tu salud, tales como frutos secos, aguacate, aceite de oliva, legumbres, carnes, pescados y leche de oveja o cabra.
El descanso entre comidas es uno de los hábitos más influyentes. Procura establecer una pausa de 12 horas entre la cena y la primera comida de la mañana para ayudar a que el organismo realice una limpieza y descansen los órganos digestivos y desintoxicadores.
Otras sugerencias de los especialistas es evitar beber mucha agua durante la ingesta de las comidas para mantener la eficacia del ácido estomacal, comer de forma pausada y lenta, equilibrar los niveles de vitamina D, dormir entre siete y ocho horas diarias, y aprender a gestionar el estrés que puede ser una de las principales causas.