En Oaxaca, se oculta una de las maravillas más fantásticas que el turismo de México puede ofrecer: se trata de una cueva mágica que encierra el poder de San Pedro Molinos, una antigua deidad que dio vida a un espacio paradisíaco.
Este centro de turismo es visitado por apasionados viajeros que buscan sumergirse en sus aguas, descubrir su inmenso interior y dejarse llevar por los susurros que hablan de leyendas de antaño.
¿Dónde está la Cueva Mágica de Oaxaca?
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La emblemática cueva se encuentra en el Centro Ecoturístico de San Pedro Molinos, en Oaxaca, y es uno de los sitios de turismo que atrae a quienes buscan la paz y la desconexión de la monotonía urbana.
En este mágico lugar encontrarás actividades familiares que no distinguen entre edades, tales como acampar, recorrer sus mágicos senderos e incluso disfrutar de la gastronomía típica de la zona.
Kava Yuu Yavi
La mítica cueva Kava Yuu Yavi es la principal atracción de este lugar oculto entre la frondosa arboleda; las cascadas cristalinas, la flora y la fauna te abrazan con intensidad para rodearte de una paz que solo la naturaleza puede ofrecerte.
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Los guías especializados de la zona te ofrecerán una experiencia inmersiva y segura en los enigmáticos recovecos de esta fantástica cueva de Oxaca.
Y si eres un fiel amante de las escapadas que incluyan chapuzones, las aguas cristalinas de la cueva te permitirán sumergirte en las albercas creadas por la comunidad encargada de resguardar el centro turístico.
Las leyendas que esconde la Cueva Mágica de Kava Yuu Yavi
Según cuentan las viejas pero sabias lenguas que rodean el lugar, este se creó luego de una confrontación entre tres 'Ndozos' (dioses de los pueblos).
Los Ndozos se disputaban el agua de sus pueblos; la vida de estos estaría en riesgo si no la obtenían. Sin embargo, después de 3 días de búsqueda intensa, se detuvieron, pero ellos no sabían que en Yucunicoco, San Pedro Molinos los había embriagado para quedarse con el líquido vital.
Al enterarse, los otros dioses furiosos detuvieron al señor de Molinos con una inmensa apedreada que detuvo su camino; el agua se acumuló gracias a las inmensas rocas arrojadas, lo que dio vida a la inmensa cueva de las maravillas que en la actualidad podemos visitar.
La leyenda que dio vida a la tradición
Otra leyenda habla de la inmensa pasión entre el señor de Molinos y la diosa de Chalcatongo. Este inmenso amor se detuvo trágicamente luego de la ya mencionada batalla por el agua.
Tras años de aquel enfrentamiento, la hermosa diosa volvió a buscar a su amado, pero este había sido consumido por la avaricia y el poder, por lo que lo desconoció y rechazó cruelmente. La diosa huyó con el corazón roto.
Esta triste pero enriquecedora historia de amor fue lo que transformó a estas deidades en un monolito de piedra, que sería un sinónimo latente de amor perdido.