Poseer un jardín espléndido y meticulosamente mantenido constituye el orgullo de numerosos dueños de casas y aficionados a la jardinería. No obstante, entre la exuberancia de colores y la diversidad de texturas, se pueden ocultar plantas tóxicas que suponen un riesgo para personas y animales domésticos. En este articulo, te presentamos algunos consejos y tips de cómo reconocerlas para evitar problemas.
Es imprescindible estar alerta a la existencia de plantas peligrosas en nuestras áreas verdes y tomar las precauciones necesarias para evitar incidentes. Identificar estas especies es crucial para los jardineros, con el fin de preservar la salud, proteger a infantes y animales, mantener la diversidad de especies, practicar una jardinería consciente y aplicar los primeros auxilios de manera adecuada.
Identificación
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La Adelfa (Nerium oleander): esta planta es fácilmente reconocible por sus hojas largas, delgadas y de color verde intenso, con una textura carnosa. Sus flores en forma de embudo y sus frutos en cápsulas largas y estrechas que liberan semillas plumosas son distintivos.
La Ricina (Ricinus communis) posee hojas grandes y lobuladas con un patrón de venas prominente. Sus flores son insignificantes y se disponen en racimos, mientras que sus frutos son cápsulas espinosas que revelan semillas marmoladas, visualmente atractivas pero altamente tóxicas.
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El Tejo (Taxus baccata) se distingue por sus hojas de color verde oscuro, lineales y con el borde curvado hacia abajo. Sus bayas rojas llamadas arilos son muy llamativas pero venenosas, y su corteza marrón rojizo y ramas rectas y rígidas son características notables.
La Dedalera (Digitalis purpurea) es reconocible por sus hojas grandes, ovaladas y de color verde oscuro con un borde dentado. Sus flores con forma de tubo se agrupan en racimos largos y colgantes, con una textura aterciopelada y un moteado interno.