Además de varios factores que generan fuertes problemáticas, la envidia, rivalidad y competencia entre hombres y mujeres es una constante que crece día a día al provocar trabas o vibras negativas. Es por ese motivo que acudir a la oración y la invocación divina puede ser la solución para salir de ese estado de inestabilidad.
En este caso, nos enfocamos tanto en los creyentes como en los incrédulos al sostener que existe un misionero católico al que puedes recurrir con la oración cuando las señales y traspiés indiquen que fuiste víctima de brujería o mal de ojo.
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De acuerdo al sitio web "Clarín", es nada más y nada menos San Patricio el santo al que debes invocar para encontrar el alivio y la tranquilidad para contrarrestar los males que te rodena.
Identificado como el patrono de la isla de Irlanda, San Patricio te brindará protección ante la maldad. Por otro lado, esta imagen religiosa es reconocido en la festividad de la cerveza y también es invocado en una oración contra el veneno, las quemaduras y las heridas.
Oración de San Patricio
Me levanto hoy por medio de poderosa fuerza, la invocación de la Trinidad, por medio de creer en sus Tres Personas, por medio de confesar la Unidad, del Creador de la Creación.
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Me levanto hoy por medio de la fuerza del nacimiento de Cristo y su bautismo, por medio de la fuerza de Su crucifixión y su sepulcro, por medio de la fuerza de Su resurrección y Ascensión, por medio de la fuerza de Su descenso para juzgar el mal.
Me levanto hoy, por medio de la fuerza del amor de Querubines, en obediencia de Ángeles, en servicio de Arcángeles, en la esperanza que la resurrección encuentra recompensa, en oraciones de Patriarcas, en palabras de Profetas, en prédicas de Apóstoles, en inocencia de Santas Vírgenes, en obras de hombres de bien.
Me levanto hoy, por medio del poder del cielo: luz del sol, esplendor del fuego, rapidez del rayo, ligereza del viento, profundidad de los mares, estabilidad de la tierra, firmeza de la roca.
Me levanto hoy, por medio de la fuerza de Dios que me conduce: poder de Dios que me sostiene, sabiduría de Dios que me guía, mirada de Dios que me vigila, oído de Dios que me escucha, palabra de Dios que habla por mí, mano de Dios que me guarda, sendero de Dios tendido frente a mí, escudo de Dios que me protege, legiones de Dios para salvarme de trampas del demonio, de tentaciones de vicios, de cualquiera que me desee mal, lejanos y cercanos, solos o en multitud.
Yo invoco este día todos estos poderes entre mí y el malvado, contra despiadados poderes que se opongan a mi cuerpo y alma, contra conjuros de falsos profetas, contra las negras leyes de los paganos, contra las falsas leyes de los herejes, contra obras y fetiches de idolatría, contra encantamientos de brujas, forjas y hechiceros, contra cualquier conocimiento corruptor de cuerpo y alma.
Cristo escúdame hoy contra filtros y venenos, contra quemaduras, contra sofocación, contra heridas, de tal forma que pueda recibir recompensa en abundancia.
Cristo conmigo, Cristo frente a mí, Cristo tras de mí, Cristo en mí, Cristo a mi diestra, Cristo a mi siniestra, Cristo al descansar, Cristo al levantar, Cristo en el corazón de cada hombre que piense en mí, Cristo en la boca de todos los que hablen de mí, Cristo en cada ojo que me mira, Cristo en cada oído que me escucha.
Me levanto hoy por medio de poderosa fuerza, la invocación de la Trinidad, por medio de creer en sus Tres Personas, por medio de confesar la Unidad, del Creador de la Creación.
Amén.